Las aficiones de Mercedes Milá no dejan de sorprender al personal. Eso sí, para ella lo mismo es contar lo de que le gusta mearse en la bañera y no en el vater, como a casi todo el mundo, que es aficionada a los porros, y que lo mismo los ha fumado de marihuana que de hachís.
La noticia, que ella misma desveló en Chester in love, no deja de ser curiosa si se tiene en cuenta lo insistente que ha sido siempre ella, sobre todo en los tiempos en que presentaba Gran Hermano, para que los habitantes de la casa de Guadalix dejaran de fumar, con infinidad de campañas que ha protagonizado para lograrlo.
Ahora, ante Risto Mejide desveló que en vez de cigarros lo que a ella le gustaba fumar eran porros, «me encantan los porros, me he fumado muchísimos porros, de hachís y de marihuana, hasta un día que me sentó mal un canuto de marihuana y me creí morir».
Como era de esperar, esa afirmación conllevó su inmediata precisión, y Mercedes recordó que «en una cena que hice en mi casa me pasaron un canuto de marihuana, le di dos caladas y me fui. Era una bestialidad, casi no pude llegar a la cocina. Me fui directa al lavabo y me desmayé. Y ahí me quedé una hora».
A partir de ahí parece que esa afición, al haber visto incluso la muerte muy cerca, empezó a decaer, «desde entonces, jamás he dado una calada a un porro del miedo que pasé. Dejé de fumar cuando le vi la cara a la muerte».
Mercedes Milá subrayó sin embargo que «siempre he sido partidaria de legalizar las drogas, pero ahora digo: cuidado, porque puedes haberlas tomado hasta que un día te trastorna».
Para las redes, esas palabras de la periodista tuvieron tanta repercusión como su posterior enfrentamiento con otro de los invitados de Risto Mejide, el bioquímico José Miguel Mulet, al que le llamó 'gordo' y hasta 'tonto' en su cara.
Y es que mientras él señalaba que «soy bioquímico y trabajo con enzimas, y las enzimas prodigiosas no existen. Son proteínas, que cuando las comes se degradan en cachitos y se rompen en cachitos», y le decía a ella que «en el libro que a usted le gustó tanto ('La enzima prodigiosa' de Hiromi Shinya), es difícil encontrar algo aprovechable porque se hace eco de todos los mitos: que si la leche es mala o clorar el agua es malo», Mercedes le espetó que «lo primero que te digo es que te leas el libro y adelgaces porque estás gordo. Tu cintura es peligrosa para el corazón».
Aunque Mulet le respondió con una pregunta, «de toda la argumentación que he dicho, lo único criticable que has encontrado es el tamaño de mi cintura. ¿Te imaginas que yo pusiera en duda lo que dices por ser mujer, negro u homosexual?», y la periodista le comentó que «lo que acabas de decir es una inmensa tontería. Te han llamado para tocarme a mí los huevos, que no tengo. Tú en tu manera de explicarte das la sensación de que yo soy una ignorante que habla sin conocimiento. Yo apoyo un libro que es muchísimo más, es una linterna que va iluminando algunas costumbres que no eran buenas para la salud, que yo he utilizado. Dice que la cintura es un símbolo importantísimo de salud y la suya no tiene salud, usted come mal seguro».
M. A.