Lo que para la audiencia y para la cadena es motivo de satisfacción, por pasar un rato divertido, los primeros, y porque las cifras son espectaculares (en su última entrega más de 1,8 millones de euros y un 12,7% de cuota, apenas un punto menos que el espacio de Bertín Osborne), para la segunda, resulta que es motivo de polémica y desasosiego para otros, que consideran que un espacio como éste denigra a su raza.
El caso es que la comunidad gitana está muy molesta e indignada con el regreso a la parrilla de Los Gipsy Kings, un programa que creen que no solo les irrita, sino que también les humilla. Esto es lo que consideran las ONG´S que forman parte del Consejo Estatal del Pueblo Gitano que han manifestado su rechazo y repulsa ante un formato que, en su opinión, trata de forma «frívola» a su comunidad.
Según informa el portal www.eldiestro.net, «No podemos sino reiterar, con cierto hastío, nuestra repulsa ante este tipo de iniciativas que utilizan de manera frívola y morbosa la ya denostada imagen social de nuestro Pueblo y, especialmente, de las mujeres gitanas. Estas prácticas contribuyen a la solidificación de los estereotipos, prejuicios y peores sentimientos colectivos hacia cientos de miles de personas corrientes, de carne y hueso, que luchan por salir adelante como las demás: las personas gitanas».
En opinión del Consejo Estatal Gitano, del que forman parte varios colectivos, «la transmisión de una imagen estereotipada y negativa de la comunidad gitana tiene unos efectos dañinos a corto, medio y largo plazo en la vida cotidiana de muchas personas gitanas, ya que juega un papel clave en la perpetuación de situaciones de discriminación».
Para ellos, los estereotipos y los prejuicios que se van asentando en el imaginario social favorecen, dice el comunicado, «actitudes racistas que hacen que la comunidad gitana sea una de las minorías más rechazadas en España y en Europa».
Los firmantes del texto creen que esta última temporada «remarca aún más los enfoques pretendidamente humorísticos, chabacanos o que en ocasiones remarcan o ridiculizan la forma de expresarse o su cultura y conocimientos. También, nuevamente, la repercusión en redes sociales de estas emisiones tiene un importante protagonismo, multiplicándose y exacerbándose los contenidos antigitanos».
Por ese motivo, y bajo el hastag #NoALosGipsyKings3 Telecinco y Cuatro: ¿Por qué insultan a las gitanas?, un importante número de entidades se han unido para realizar un listado con las empresas que se anuncian durante la emisión del reality, que acerca a la vida diaria de cuatro dinastías gitanas (Los Montoya, Los Jiménez, Los Fernández-Navarro y Los Salazar), con el el fin de iniciar una campaña de envío masivo de peticiones a estas firmas para que retiren la publicidad de Mediaset.
La lista de anunciantes es larga y de nivel: Samsung España, Iberdrola, Nissan, Axe, The Phone House, Mutua Madrileña, Antonio Banderas (colonia), Momondo, Puleva Omega3, Dentix, La gula del Norte, Mapfre, EDreams, Citroën, Renault, Banco Sabadell, Multiópticas, Marlene, BBVA, Nintendo, Pantene, Scholl, Danacol, Arriaga Asociados, Schär, ING Direct, Solan de Cabras, Vicks Vaporub, 21 Buttons, Hyundai, Nintendo, Hugo Boss (colonia), Carrefour, Nivea, Paradontax, Knorr, Nestlé, Eucerin, Ralph Lauren, Shisheido, Tic Tac caramelos, Ariel…
Sentencia favorable
Y es que hay que recordar que en 2015 hicieron un comunicado similar, aunque en aquella oportunidad se quedaron ahí. Ahora, sin embargo, quieren ir más lejos y ahí es donde empieza a cundir la preocupación en Mediaset, habida cuenta de lo ocurrido con el boicot a marcas publicitarias que hizo que La Noria terminara siendo retirado de la programación de Telecinco. En la Red se pidió a los anunciantes que retirasen sus anuncios de Telecinco y la iniciativa fue firmada por 20.000 personas en menos de un día.
En ese 2011, más de 50 marcas se retiraron de la franja horaria de aquel programa, lo que le dejó sin ninguno de sus anunciantes. Así, se llegó al punto surrealista de que la astróloga Esperanza Gracia, una autopromoción de un espacio de la cadena, fuera el único anunciante en aparecer durante el mismo, lo que llevó al grupo a cerrarlo.
La polémica con aquel programa del sábado por la noche de Telecinco comenzó tras una entrevista con Rosalía García, madre de 'El Cuco', por la que cobró en torno a 9.000 euros. Se pedía que ningún otro programa pagase a delincuentes o a su entorno cercano por ir a hablar de su delito, y la propuesta tuvo un importante respaldo en las redes sociales y caló en la gran mayoría de las marcas.
Eso sí, en este caso de los gitanos ya hay un precedente ya que la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia resolvía en abril de 2016 a favor de Mediaset España las dos demandas interpuestas por la Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas de Andalucía (FAKALI) al programa Los Gipsy Kings, así como a Palabra de Gitano y a la ficción de Telecinco Anclados, archivando todas las denuncias “por no encontrar elementos de juicio suficientes que justifiquen el inicio de un procedimiento sancionador”.
Según la CNMC, los programas de Cuatro entran dentro de la categoría de docu-reality y no pretenden representar o retratar a la comunidad gitana, sino mostrar la vida real de personajes concretos que pertenecen a esta comunidad, por lo que considera que “no se aprecian circunstancias o situaciones que pudieran parecer ofensas a la comunidad gitana, más cuando son opiniones de los propios gitanos. El programa no incita a declaraciones que no quieran dar, siendo ellos mismos (los protagonistas) los que cuentan las distintas tradiciones o situaciones que se abordan, por lo que, en definitiva, no se observa una incitación al odio, racismo o xenofobia”.
M. A.