-Supongo que feliz por volver a trabajar como actriz en TV…
-Yo estoy muy bien, además ahora estoy en mi casa, en Barcelona. Me gusta también Madrid, pero a ratos. No hay playa, ni mi madre, ni mis amigos.
-¿Cómo va a ser su personaje en 'Velvet Colection'?
-Sé que es un personaje que no sé cómo lo voy a hacer, porque tengo que hacer de muy lista y de muy tonta a la vez. Es cortita, ingenua, pero muy lista. Me ha gustado también que es comedia, ya que, fuera del teatro, había hecho muy poca, salvo lo que acabo de terminar de grabar ahora para 'La que se avecina', donde me lo he pasado fenomenal. Yo vengo de 'El internado', la serie de mi vida, donde estuve ocho temporadas, y allí lloraba todos los días.
-¿También se hace la tonta en la vida real?
-No, yo no me hago la tonta nunca, pero sí que es verdad que me lo creo todo y siempre me la cuelan. Tan lista, tan lista tampoco soy.
-¿Veía 'Velvet' antes?
-Por encima, porque no tenía tiempo, pero es una serie con tanta repercusión que le podría explicar cuáles eran las tramas, los protagonistas y los conflictos. Veía los capítulos más contundentes de final de temporada y ahora la he visto entera y la he disfrutado mucho.
-¿Cómo surgió este proyecto?
-Me llamaron para hacer una prueba, como pasa en casi todos los casos. Yo no me pongo nerviosa con los castings, y en este caso la hice y les encantó, y me dijeron que no querían ver a nadie más. Parece que me sale bien hacerme la tonta. De todas formas debo decir que antes hice tres castings de tres personajes diferentes para 'Velvet', uno de ellos el papel que hace Marta Hazas y otros dos de modistas. Iba a Madrid y me decían que querían contar conmigo pero que no sabían dónde ubicarme y al final nada.
-¿En eso de los castings, una llega a pensar que por qué han cogido a otra si yo lo hago mejor?
-No, esto no es como los novios. A lo mejor el protagonista es Sergio Mur y si tú mides poco no pegas con él por altura, son tantas cosas. Me hicieron una prueba con Luis Merlo para ver si teníamos química y esa historia se desfiguró. Sí me ha dado coraje decir que hice tres personajes y que no saliera ninguna, pero ni así te hundes porque yo me lo tomo siempre positivo, salvo un día al mes que lo veo todo negativo.
-Al terminar Cámbiame se dijo que tenía proyectos de ficción para Telecinco, ¿consistían en su corta estancia en 'La que se avecina'?
-No, eso era que ya tenía muchas ganas de hacer con Alberto Caballero, lo habíamos hablado. Lo que se me propuso está encima de la mesa todavía, y además hay otro proyecto más. A la espera de eso ahora he cogido lo de 'Velvet Colection' porque no tengo ningún contrato con Mediaset, aunque me encantaría seguir trabajando con ellos porque la siento como mi casa, pero este proyecto es super goloso, con una serie de muy buena factura y calidad, con un gran casting y con una productora que es como mi segunda familia. Además, con este personaje no tengo que trabajar todos los días, y por eso se podría compaginar.
-¿Por qué dicen que su personaje va a aportar el 'tono sexy' a la serie?
-Pues porque estoy buenísima.
-¿Y cómo lo va a fomentar?
-Pues con la pestaña postiza, el pelo, maquillaje, hoy no llevo sujetador, la faja, lo de todo el mundo. Si me gusta alguien sí me pongo un poco sexy.
-Vamos, todo lo contrario que en 'El Internado', donde no podía lucir mucho con la cofia…
-Es verdad que cuando empecé aquella serie llevaba bastante mal el ponerme el vestido de chacha y nada de maquillaje, pero luego le pillé el punto porque era maravilloso al no tener que hacer pruebas de vestuario ni maquillaje, siempre un uniforme. Al final pensé que era una suerte hacer un personaje en el que si vas desmejorada parece que interpretas mejor, y ahora ya me da igual que me pongan igual de fea que de guapa. Disfruto menos de esto último porque al final te preocupas por si estás hinchada o con un grano y si vas de fea eso te da igual.
-¿Con quién le hacía más ilusión trabajar de este amplio reparto de 'Velvet'?
-Con Marta Hazar y Axier Etxeandía. Con ella porque estuvimos juntas en 'El internado' y somos muy amigas, compartíamos camerino y allí estábamos muchas horas, y con él porque le adoro, lo amo y lo admiro muchísimo porque es un talento con patas. Es buenísimo.
-¿Echa de menos a sus compañeros de Cámbiame?
-No sólo les echo de menos a ellos sino al equipo, porque les veía todos los días, pero no desde la tristeza.
-¿Cómo ha visto la 'movida' de sus ex con Carlota Corredera?
-Es normal. Es como si yo vengo a sustituir a una actriz que es casi familia ya del resto. Han sido muchas horas trabajando juntas pero no tengo constancia de que haya habido una catarsis. Si dicen que no la recibieron bien será porque mis compañeros me querían mucho, y si yo hubiera sido la que entraba como Carlota me hubiera pasado lo mismo. No era Carlota, era la chica que entraba, pero sé que la quieren mucho.
-¿Se considera mejor actriz o presentadora?
-Depende del papel que te den, quién te dirija, qué compañeros tengas al lado… Puedes ser el mejor actor del mundo o ser un puto desastre. Tenemos que tener una intuición, talento y trabajarlo, estudiar y prepararte y tener callo, hacer muchas secuencias, pero es muy importante lo primero.
-¿Tiene más proyectos?
-Trabajo tengo lo de 'Velvet', proyectos muchos, pero de ahí a que se conviertan en trabajo… Tengo un agente en Los Ángeles y me mandaba dos o tres castings cada semana en la época de los pilotos, y yo he ido enviando las pruebas como he podido. Si puedo y tengo dos o tres meses me encantaría poder ir por allí.
M. Arroyo