El programa marcha como marcha, con buenas audiencias, demasiadas para lo poco que ofrece la mayoría de los días pero sin alcanzar los tres millones de fieles, y quizás por eso en él se agarran a un clavo ardiendo con tal de que encima no les deje mal 'Cuéntame cómo pasó', que les supera en número de espectadores.
Por eso quizás aguantan a Leticia Sabater, y aplauden las reprimendas que la autora de 'la Salchipapa' les hace al resto de compañeros. Incluso logra demostrar que los 'zombis' no están en la otra parte de la isla sino conviviendo con la mayoría, por muy 'muertos' que parezcan.
El mejor ejemplo de ello es el de Bigote Arrocet, que parece que ha ido con la estrategia de no hablar, no hacer absolutamente nada y ni tan siquiera responder a los que le critican, como hizo Leticia cuando le dijo que «lo que sería una bendición es que te sacasen a ti de aquí que da vergüenza lo que cobras para lo que haces, asqueroso, que fuiste incapaz de darle 3.000 euros a tu hijo».
Si cualquiera de esas acusaciones se las hubiera dicho a otra persona a estas alturas estaríamos hablando nuevamente de que entre los concursantes del reality se ha llegado a las manos. Ante el novio de María Teresa Campos no pasó nada, como el que oye llover. El chileno de origen argentino se quedó impasible, como diciendo, sin palabras claro, que por un oído le entraba y que por otro le salía.
El otro gran protagonista
Para las redes sociales Edmundo Arrocet es ya el peor concursante no sólo de esta edición sino de la historia del programa, aunque quizás esto último lo digan en función de la ecuación 'calidad-precio', es decir, que no da nada para esos casi 25.000 euros que cobra por semana. Quizás el hombre piense que tiene que seguir ahí, sin hacer caso a nadie, para que 'su chica' no se sienta molesta y para la hermana de ésta, Carmen Borrego, siga cobrando también en su papel de colaboradora del debate.
Por el contrario, la cantante demostró que tiene para todos. Sabido es que no se lleva nada bien con Alba Carrillo, a la que no soporta, pero tampoco traga al cocinero José Luis, el que dice que ella sólo sabe «enseñar las tetas a todo el mundo», al que en esta oportunidad se limitó a catalogar de «garrapata», después de mandarle callar como Cristiano Ronaldo al Calderón.
El otro gran protagonista de la principal gala semanal fue su presentador, Jorge Javier Vázquez, que decidió echarle una regañina a Iván, supuestamente por no participar en el concurso (con el chico de su compañero María Teresa no se atrevió). Para el presentador, el extronista de Mujeres y Hombres y Viceversa no hace nada, aunque éste se justificó asegurando que tenía un dolor muy fuerte en la espalda y que estaba «bloqueado».
Al margen de su crítica, Jorge Javier también quiso darse un gustazo y aprovechó la presencia en el plató de Eliad Coeh, una de sus 'debilidades', para pedirle que se quitara la camisa y mostrara al personal, y sobre todo él, su musculado cuerpo. El modelo israelí, que tuvo que abandonar la isla por enfermedad, tendrá que someterse a una cirugía en el brazo y a tres meses de reposo. Lo de menos para el conductor de la gala era su estado.
M. Arroyo