Hay veces en las que el trabajo de un reportero de un magazine de TV se convierte casi, por unos minutos, en el de un reportero de guerra, por la peligrosidad de su labor. Que se lo digan sino a Alejandro Rodríguez, reportero de El programa de Ana Rosa, que fue agredido este lunes en el madrileño barrio de Tetuán.
El periodista había acudido a la calle Topete, y en ella se encontraba junto con una de las vecinas para denunciar precisamente el clima de violencia e inseguridad con el que viven los vecinos de la zona. Su conexión la había iniciado indicando que «hemos sido testigos de todo lo que pasa aquí, nada más llegar a las 6 de la mañana, nos hemos encontrado con una gran cantidad de gente armando la fiesta en plena calle».
Mientras comentaban lo sucedido, un espontáneo ha comenzado a tirar objetos, y entre ellos un ladrillo que cogió del suelo de la calle. A continuación, ese mismo espontáneo comenzó a correr detrás del reportero repitiendo insultos e intentando agredirle. El programa tuvo que interrumpir la conexión mientras los reporteros se resguardaban en un lugar seguro junto con la vecina, esperando estar a salvo.
El cámara sí pudo grabar todo lo sucedido, donde se aprecia perfectamente la agresión, y al ver las imágenes la propia Ana Rosa afirmaba que “los medios de comunicación somos molestos para algunos”, mientras que el abogado Marcos García Montes, que se encontraba en plató como tertuliano, emplazaba al programa y a los heridos a denunciar el incidente ante la comisaría de Tetuán, llevar las imágenes del desconocido que había quedado retratado y acudir al hospital para que les hicieran un parte de lesiones.
Aunque, por suerte, todo quedó en un susto, la vecina que estaba siendo entrevistada aseguraba que «esta noche estaré muerta”, augurando que habría reproches contra ella por lo sucedido, por haberse quejado de la inseguridad de la zona en la que vivía, debido a las peleas, disparos e incendios que se producían en sus calles. Su petición al ayuntamiento de Madrid era que iluminasen la calle y que los bares de la zona cumpliesen la normativa de cierre. Los policías apoyaban a los vecinos afectados, pero no había suficientes para mantener el orden.
La agresión al reportero vino precedido por otro percance previo, ya que mientras la presentadora charlaba con la afectada, varios vecinos lanzaron huevos al equipo de Telecinco desde sus ventanas.
M. A.