Se les ha visto juntos dentro y fuera del concurso, abrazados, dentro y fuera, y dándose un beso sólo en el plató de MasterChef. Que se les vea juntando los labios el uno contra el otro fuera del mismo es ahora mismo el sueño de cualquier paparazzi de este país.
Jorge y Miri, el ganador y la cuarta clasificada de la quinta edición de MasterChef que terminó el pasado miércoles, se han convertido en la pareja del verano para esos fotógrafos, habida cuenta de que la instantánea de ese beso, furtivo o no, en cualquier rincón de nuestra geografía, ya saben que es el que mejor se pagará en este periodo estival.
De momento, tanto el vencedor del programa culinario de TVE como su chica ya empiezan a darse cuenta en sus propias carnes de qué significaba ese acoso a los famosos que tantas veces habían oído, ya que no hay sitio al que vayan donde no haya una cámara cerca.
Según un experto de la prensa del corazón consultado por Informalia, la imagen del beso fuera del plató de Masterchef 5 tendría un gran valor: «Se pagaría mucho dinero por la fotografía», aunque el precio final del documento dependería de la calidad de la imagen y el contenido.
Conscientes de ello, los paparazzi se afanan en conseguir la preciada imagen, algo que ha provocado una auténtica persecución hacia los dos jóvenes, que han pasado de ser personas casi anónimas a celebrities.
Y eso pese a que antes de entrar en Masterchef ya eran conocidos en sus respectivos profesiones, ya que Miri era una Instagrammer con más de mil seguidores y Jorge jugó al fútbol en las categorías inferiores del Atlético de Madrid e incluso fue el primer español en marcar un gol con el popular equipo colombiano del América de Cali.
El hecho no sólo de haber triunfado en el concurso sino de haber iniciado una relación sentimental dentro de él ha sido lo que ha hecho que su fama se haya multiplicado por mil, aunque, como Jorge precisaba hace dos días, «lo nuestro no se sabe cuánto va a durar, aunque de momento estamosmuy bien juntos».
M. A.