Por mucho que sus audiencias siguen creciendo gracias a todas las noticias relacionadas con el soberanismo catalán, parece que éstas han sido las que la han llevado a tomar la dirección contraria en lo que a sus finanzas se refiere. Ana Rosa Quintana ha debido pensar que una cosa es la profesión y otra su propia economía y por ese motivo ha decidido prescindir de los servicios de la banca catalana por miedo a lo que pueda pasar.
Como ella misma ha confesado, «los impositores empiezan a sacar el dinero… entre ellos yo», casi al mismo tiempo que informaba sobre la estampida empresarial que se estaba produciendo en Cataluña por culpa de la situación que había creado en esa comunidad autónoma Carles Puigdemont y su Govern.
Según ella misma ha informado, las decisiones que está tomando el Ejecutivo de ese territorio han provocado dudas y miedo entre los clientes de la banca catalana, CaixaBank y Banco Sabadell, lo que ha hecho que esta última haya anunciado ya el traslado de su sede principal a Alicante y que la primera esté sopesando hacer lo propio a Baleares.
La presentadora de La mañana de Ana Rosa reconoció ante su audiencia que tiene también miedo a que sus ahorros queden atrapados en la crisis independentista, aunque, quizás por aquello de no provocar que todos sus seguidores con cuentas en esas entidades siguieran sus pasos, matizó que «yo entiendo que el dinero que la gente tiene en Caixa no corre peligro«. Claro que esta manifestación no se entiende muy bien teniendo en cuenta cómo ha reaccionado ella misma.
Y, sobre todo, viendo la gente cómo no sólo la banca catalana comienza a salir de Cataluña sino también empresas como la textil Dogi, que se ha sumado a otras marcas como Eurona, Proclinic y la biofarmacéutica Oryzon, mientras que otras como Catalana Occidente o Freixenet aún meditan su decisión.
M. A.