Al final, Campamento de verano, aquel programa que se sacó de la manga en 2013 Telecinco para tener también un reality con famosos en el periodo estival, le va a terminar siendo más rentable a Lucía Etxebarría que cualquiera de sus novelas hasta la fecha.
Y es que si por si la escritora no hubiera conseguido una buena cantidad de dinero con el contrato que firmó con Mediaset, a razón de 8.000 euros semanales, más 700 euros por gala ordinaria una vez que hubiera sido expulsada, más otros 1.000 euros por gala especial que emitieran, ahora la ha visto incrementada gracias a una sentencia judicial.
Lucía Etxebarría ha visto cómo el mismísimo Tribunal Supremo ha condenado al grupo a pagarle 50.000 euros por «intromisión ilegítima en el honor y la intimidad personal y familiar», además de hacer frente a las costas del proceso y difundir el encabezamiento y fallo de la sentencia en Sábado Deluxe y Sálvame Diario.
Hay que recordar eso sí que la escritora llegó a entrar en crisis en aquel 2013 después de diferentes comentarios que se realizaron en los citados programas, en concreto, el 2 y el 5 de agosto de ese año. En ellos, una presunta amiga de la escritora con la que había contactado la realización de los mismos se dirigió en los siguientes términos a la autora: «Falsa», «ingrata», «rácana», «rata» o «sucia», además de decir que «tiene la casa llena de mierda». Además, en los rótulos de los programas se podía leer: «Lucía es manipuladora, una tacaña y está desequilibrada»; «Lucía se cree superior a todos los demás. Es una ególatra».
Parece que de poco le ha servido a Mediaset el recurso que presentó, en el que hizo constar que en el contrato de Etxebarría se especificaba que «estaba obligada a permanecer en Campamento de verano un máximo de ocho semanas a cambio de una cuantiosa retribución, a cooperar con la productora, a aceptar la limitación de sus derechos a la intimidad y a la libertad por la propia naturaleza del concurso ».
M. A.