Koundé le da la Copa del Rey al Barça en la prórroga
No habían sido muy igualados los dos Clásicos de esta temporada, en los que el Barça se impuso por 0-4 en LaLiga y 2-5 en la Supercopa de España. Sin embargo, en la final de la Copa del Rey las fuerzas se igualaron, en un partido de infarto que tuvo que decidirse en los últimos minutos de la prórroga.
Ambos equipos llegaban con bajas muy importantes, como la de Lewandowski en el lado culé y la de Mbappé en el Madrid, aunque el francés pudo salir en la segunda parte.
Como era de esperar, los de Flick salieron dominadores en la primera mitad, tocando mucho el balón y ejerciendo una presión asfixiante que apenas permitía a la defensa blanca otra salida que no fueran pelotazos buscando a un Vinicius muy desacertado, que volvió a quedar señalado.
El acoso del Barça era constante por las bandas, con Lamine Yamal y Raphinha buscando continuamente la espalda de Lucas Vázquez y Mendy. El lateral francés, que reaparecía tras lesión, tuvo que retirarse de nuevo en el minuto 11.
A la media hora de juego apareció Pedri, probablemente el jugador más en forma del mundo ahora mismo, para colocar el balón en la escuadra tras un pase de Lamine Yamal que lo dejó solo en la frontal del área. El gol pareció despertar al Madrid, que acabó la primera parte con varias llegadas peligrosas, aunque sin acierto.
Mbappé reanimó al Madrid
Tras el descanso, Ancelotti dio entrada a Mbappé, y el partido cambió por completo. El equipo madridista empezó a ser mucho más dañino gracias a la velocidad de sus delanteros, poniendo en serios aprietos a Szczęsny.
Hasta que, en el minuto 70, Mbappé igualó el partido con un lanzamiento de falta que, tras tocar en el palo, acabó en el fondo de la red. Solo siete minutos más tarde, Tchouaméni puso por delante al conjunto blanco con un potente cabezazo, con menos de un cuarto de hora por delante.
Pero el Madrid no supo cerrar el partido, y Ferran Torres, aprovechando una mala salida de Courtois, empató de nuevo en el minuto 85, mandando el partido a la prórroga. Antes, hubo tensión con un penalti inicialmente señalado a Raphinha pero anulado tras la revisión del VAR.
En el tiempo extra, ambos equipos parecían más temerosos de perder que decididos a ganar, y cuando todo apuntaba a que la final se decidiría en los penaltis, apareció Koundé. El central francés interceptó un balón suelto en el borde del área y lanzó un disparo imparable para Courtois, sentenciando el partido.
El Barcelona conquista así su Copa del Rey número 32, en un duelo intenso y vibrante. El operativo de seguridad, compuesto por más de 1.400 agentes de la Policía Nacional, tuvo que intervenir antes del partido para dispersar algunos altercados protagonizados por aficionados culés.