La gimnasia rítmica española repite la gesta 20 años después

Alejandra Quereda, Lourdes Mohedano, Sandra Aguilar, Artemi Gavezou y Elena López han vuelto a hacer historia en la gimnasia rítmica española. Una nueva medalla para España 20 años después. Una gesta que no se consigue desde Atlanta 1996, cuando Marta Baldó, Nuria Cabanillas, Estela Giménez, Lorena Guréndez, Tania Lamarca y Estíbaliz Martínez deslumbraron al mundo. Aunque en esta ocasión ha sido una plata y no un oro, como entonces. Y lo han hecho con dos ejercicios casi perfectos: una samba brasileña con cintas y un mixto flamenco de aros y mazas que han conseguido levantar a todo el estadio, eufórico con las gimnastas españolas. No obstante, Rusia ganó en los cuatro Juegos anteriores y lo ha vulto a hacer en esta ocasión.

La medalla ya se esperaba desde el sábado, después de que el conjunto español acabara primero en la clasificación para la final con dos ejercicios prácticamente igual de perfectos que los de este domingo, cuando las españolas se han alzado con un nuevo metal para España. Después del primer ejercicio de cintas España acarició el oro tras conseguir la máxima puntuación (17.800), que al final vio como se lo arrebataba Rusia después de un segundo ejercicio mixto perfecto (18.633).

Las españolas han sido constantes, cuidadosas y exquisitas en su vestimenta y puesta en escena a lo largo de toda la competición. Las lágrimas de las entrenadoras de la selección española, Anna Baranova y la palentina Sara Bayón, han demostrado que venían a Río 2016 a por todas. No han conseguido el oro, pero se van con la plata, lo que significa la segunda medalla para España en gimnasia rítmica desde hace cinco juegos olímpicos.

Una proeza igualmente, que han logrado gracias a un primer ejercicio de cintas impecable, con el que han conseguido levantar al abarrotado estadio brasileño. Una samba al ritmo de Carlinhos Brown con una parte artística muy trabajada, grandes dificultades en los giros, colaboraciones perfectas, saltos muy amplios y muchas formaciones que le colocaron el oro en la mano.

El segundo ejercicio español también fue bueno en ejecución, pero menos espectacular que el de las rusas que finalmente se han alzado con el trono olímpico, aunque con la puntuación de la primera rotación inflada. El ejercicio de cintas de las rusas no se mereció los 17.600 puntos otorgados por los jueces. Estuvieron fallonas, con nudos en las cintas y con un error en el vestuario que debía de haber sido mucho más penalizado. El reglamento oficial dice claramente que las cinco gimnastas deben de ir uniformadas igual y en esta ocasión dos de ellas llevaban el cuello desabrochado, probablemente por incomodidad.

Aún así, las rusas consiguieron pasar la primera rotación en segunda posición, lo que unido a un segundo ejercicio mixto de aros y mazas perfecto (18.633), sin duda alguna el mejor ejercicio de los cuatro realizados en esta competición, les ha colocado en primera posición.

Ya por detrás de las rusas y las españolas se han colocado las búlgaras. Un bronce muy disputado con las italianas, pero muy merecido después de dos ejercicios muy buenos. Muy bien ejecutados y grandes puestas en escena. El segundo de ellos, muy aplaudido por el público, ha recreado el universo Matrix.

Redacción