La inteligencia artificial protagoniza una nueva polémica por replicar el estilo gráfico de películas como El viaje de Chihiro, Mi vecino Totoro y El niño y la garza.

Furor por la IA y el estudio Ghibli: el copyright en el punto de mira

ChatGPT-4o y la creatividad automatizada: ¿Hasta dónde puede llegar la inteligencia artificial en la creación artística?. Via X

La inteligencia artificial protagoniza una nueva polémica por replicar el estilo gráfico de películas como El viaje de Chihiro, Mi vecino Totoro y El niño y la garza.

Las redes sociales han vuelto a convertirse en el epicentro de un intenso debate sobre inteligencia artificial y derechos de autor. La última actualización de ChatGPT-4o, el modelo de OpenAI premium que permite generar imágenes con distintos estilos artísticos, ha provocado una oleada de memes y retratos inspirados en el icónico estilo anime de Studio Ghibli. Sin embargo, más allá del fenómeno viral, han surgido acusaciones sobre una supuesta infracción de copyright y una carta falsa que han avivado aún más la polémica.

Un fenómeno viral y una amenaza inexistente

Desde su lanzamiento el pasado martes 26 de marzo, la herramienta ha sido utilizada por miles de usuarios para transformar sus fotografías y otras imágenes en ilustraciones con la estética de películas como El viaje de Chihiro, Mi vecino Totoro o El niño y la garza. Entre los resultados más populares se encuentran reinterpretaciones de escenas históricas y memes icónicos, lo que ha convertido esta función en un éxito rotundo en plataformas como X, Instagram y TikTok.

En medio del furor, ha empezado a circular una supuesta carta de Studio Ghibli en la que se exige a OpenAI eliminar todas las imágenes generadas con su estilo bajo amenaza de acciones legales. No obstante, la carta ha resultado ser falsa, ya que el estudio japonés no ha emitido ningún comunicado oficial ni ha presentado una demanda contra OpenAI.

Miyazaki y su rechazo a la IA

La controversia ha vuelto a poner en el foco las declaraciones de Hayao Miyazaki, cofundador y director de Studio Ghibli, quien en varias ocasiones ha expresado su rechazo del uso de la inteligencia artificial en la animación. En un documental de la televisión pública japonesa NHK, Miyazaki se mostró tajante: "Nunca querría integrar esta tecnología en mi trabajo. Creo sinceramente que es un insulto a la vida misma". Unas declaraciones que han sido apoyadas y compartidas por varios usuarios que consideran que el uso de la IA significa una amenaza para el oficio, ya precario, de artista.

Más allá del debate ético, la cuestión legal sigue sin resolverse. Actualmente, y siguiendo la misma línia, OpenAI y otras empresas tecnológicas enfrentan demandas en Estados Unidos por el uso de material protegido para entrenar sus modelos de IA. Una de ellas emitida por The New York Times que, en diciembre de 2023, demandó a OpenAI y Microsoft alegando que sus artículos fueron utilizados sin autorización para el entrenamiento de inteligencia artificial, lo que constituye una infracción de los derechos de autor. El caso se encuentra en curso, y recientemente, en marzo de 2025, un juez federal ha permitido que la demanda avance, desestimando algunas reclamaciones pero manteniendo otras, lo que podría llevar a un juicio.

Sin embargo, en el caso Ghibli, no existe un consenso claro sobre si estas prácticas pueden considerarse "uso justo" o una violación de los derechos de autor.

Problemas de demanda y una IA sin freno

El furor por las imágenes en estilo Ghibli ha sido tal que incluso Sam Altman, CEO de OpenAI, ha cambiado su foto de perfil en X por un retrato generado con la herramienta. Pero la enorme demanda también ha supuesto un desafío técnico. "Es divertidísimo ver a la gente encantada con las imágenes en ChatGPT. Pero nuestras GPUs están que echan humo. Vamos a introducir temporalmente algunos límites de velocidad mientras trabajamos para mejorar la eficiencia. ¡Ojalá no tarde mucho!", ha declarado Altman en X.