Más de 2.000 mujeres podrían desarrollar cáncer de cérvix en España en 2025
Cada 26 de marzo se celebra el Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Cérvix, una fecha que busca poner el foco en la importancia de la detección precoz y la vacunación para combatir este tumor que, a nivel mundial, es el cuarto tipo más común entre la población femenina.
Este tipo de cáncer aparece con mayor frecuencia entre los 35 y los 50 años y, en la mayoría de los casos, está relacionado con la infección persistente por el virus del papiloma humano (VPH), un virus de transmisión sexual. A esta causa principal se suman otros factores de riesgo como el tabaquismo, la inmunosupresión —especialmente en personas con VIH o bajo tratamientos inmunosupresores— y la presencia de otras infecciones de transmisión sexual.
El cáncer de cuello uterino, también conocido como cáncer de cérvix, es una preocupación importante para la salud de las mujeres en España. Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), se estima que en 2025 se diagnosticarán aproximadamente 2.037 nuevos casos de este tipo de cáncer en España.
Importancia de la vacunación contra el VPH
El principal factor de riesgo para desarrollar cáncer de cuello uterino es la infección persistente por el virus del papiloma humano (VPH), una de las infecciones de transmisión sexual más comunes. Se estima que más del 80% de las personas sexualmente activas contraerán el VPH en algún momento de su vida. Aunque la mayoría de estas infecciones son transitorias y asintomáticas, algunas pueden persistir y provocar lesiones precancerosas que, si no se tratan, pueden evolucionar a cáncer.
La vacunación contra el VPH ha demostrado ser una herramienta eficaz para prevenir la infección por los tipos de VPH más asociados al cáncer de cérvix. En España, la vacuna está incluida en el calendario de vacunación para adolescentes, tanto para niñas como para niños, generalmente a los 12 años, con el fin de inmunizar a la población antes del inicio de las relaciones sexuales, momento en el cual es más probable la exposición al virus.
Programas de cribado y detección precoz
Además de la vacunación, los programas de cribado son fundamentales para la detección temprana de lesiones precancerosas. La prueba de Papanicolaou y la detección del ADN del VPH son métodos utilizados para identificar cambios en las células del cuello uterino antes de que se conviertan en cáncer. La implementación de estos programas varía entre las diferentes comunidades autónomas, lo que puede generar desigualdades en el acceso a la detección precoz.
Factores de riesgo y prevención
Además de la infección por VPH, existen otros factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de cérvix, como el tabaquismo, el uso prolongado de anticonceptivos orales, tener múltiples parejas sexuales y otras infecciones de transmisión sexual. Adoptar hábitos de vida saludables, como no fumar y mantener relaciones sexuales seguras, puede contribuir a reducir el riesgo.
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