David Fernández, el diputado de la sandalia

La sandalia de David Fernández le ha permitido trascender del ámbito catalán al nacional. El primer zapato que salió del pie del orador y acabó en la mesa fue el de Kruschev, entonces líder de la URSS, en la ONU, en los años sesenta. David Fernández, líder de CUP, un partido asambleario y catalanista, es famoso por sus improperios en el Parlament de Cataluña. Amenazar a Rodrigo Rato con la sandalia, buscando la iconografía del famoso sandaliazo a George Bush en Irak, no provocó sino las iradas de cansancio de sus compañeros de comisión de investigación sobre la actuación de las cajas en la cámara catalana.

Parlamentario desde 2012, Fernández ha metido en el Parlament, además de su asilvestrada barba, las camisetas con mensaje y varios incidentes. “Usted siempre hace lo mismo, señor Fernández”, aseguraba la política catalana tras los improperios y amenazas contra el exvicepresidente del Gobierno de España, Rodrigo Rato, al que acusó de las muertes de inocentes en la Guerra de Irak. Al director general de CaixaCatalunya, Adolf Tardó, lo llamó “ladrón”. Y así una larga sucesión de incidentes en el Parlament desde que CUP entró con fuerza y por sorpresa en la vida parlamentaria catalana.

Comenzó su militancia política hace ya más de veinte años, cuando ingresó en el Colectivo de Jóvenes Comunistas (CJC). Es una persona muy activa, afiliado a la Federación de Trabajadores y Trabajadoras de Cataluña, además de al Sindicato de Periodistas de Cataluña, ya que es redactor y editor en el periódico La Directa.

A su llegada al Parlament y en su primera intervención no perdió el tiempo y no se mordió la lengua: “Este Parlamento reina, no gobierna. El Conseller de economía de la Generalitat de Cataluña estaba elegido antes de que se celebrasen las elecciones porque lo habían elegido los mercados financieros”, denunciaba el diputado.

Tampoco tuvo pelos en la lengua para referirse a su alter-ego en el PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho: “Camacho cobra 500 euros al día y yo, 39.”, respondió el portavoz del grupo mixto en ‘El Periódico’. En definitiva, es una persona que siempre está al filo del cañón y que da mucho juego a la política catalana, y en la actualidad a la nacional.

Su obra Fuego de Barraca, una recopilación de artículos, fue en  el pasado Sant Jordi, el libro de pensamientos críticos más vendido. Hecho que hace entrever que este político y periodista es un personaje que concuerda mucho con muchos estratos de la sociedad catalana y que sus ideas, sus peticiones son seguidas por muchas personas.