La UE rebaja la protección del lobo y abre la puerta a una gestión más flexible de la especie
Los Estados miembros de la Unión Europea han dado este miércoles un paso decisivo hacia la rebaja del estatus de protección del lobo, permitiendo a los gobiernos nacionales mayor margen de maniobra para gestionar las poblaciones locales de esta especie. Aunque el lobo seguirá siendo protegido a nivel comunitario, la medida abre la puerta a su exclusión del listado de especies de especial protección (LESPRE) en países como España.
La decisión, adoptada en el seno del Consejo de la UE, da respaldo a la propuesta de la Comisión Europea, que ya en diciembre logró que se aprobara en el marco del Convenio de Berna una modificación en la protección de este gran carnívoro. La nueva normativa entró en vigor el pasado 7 de marzo y ahora avanza en su tramitación con el respaldo político de la mayoría de los países miembros.
España, Polonia y Bélgica optan por la abstención
La votación se ha saldado con el apoyo mayoritario de los 27, aunque con las abstenciones de España, Polonia y Bélgica, según han confirmado fuentes europeas. Con esta decisión, los Estados miembros tendrán mayor flexibilidad para aplicar políticas de control poblacional del lobo, siempre que se garantice un estado de conservación favorable de la especie.
El Consejo ha subrayado que esta flexibilización tiene como objetivo mejorar la convivencia entre los lobos y las actividades humanas, especialmente en aquellas zonas donde la presión del lobo sobre la ganadería extensiva ha generado importantes tensiones y pérdidas económicas.
El lobo seguirá siendo una especie protegida
Pese a la rebaja, el lobo no dejará de ser una especie protegida. Las autoridades nacionales seguirán obligadas a aplicar medidas de conservación y seguimiento, aunque ahora dispondrán de más herramientas para intervenir en poblaciones conflictivas. Además, los Estados miembros podrán mantener, si así lo desean, un nivel más estricto de protección en su legislación interna.
La Unión Europea ha reiterado su compromiso con la financiación de proyectos de coexistencia y medidas preventivas para minimizar el impacto del lobo en la ganadería. También ha garantizado que seguirán vigentes las ayudas estatales para compensar los ataques al ganado.
El Parlamento Europeo debe dar su visto bueno
El siguiente paso en el proceso será la aprobación de la directiva por parte del Parlamento Europeo, que podría producirse en el mes de mayo. Si la Eurocámara respalda el enfoque adoptado por el Consejo, la modificación normativa será oficialmente adoptada y entrará en vigor a escala comunitaria.
Esta modificación tendrá consecuencias directas para España, donde el debate sobre la protección del lobo lleva años polarizando a partidos políticos, asociaciones ganaderas, organizaciones ecologistas y comunidades autónomas.
El lobo al sur del Duero también saldrá del LESPRE
En paralelo al proceso europeo, el Congreso de los Diputados aprobó el pasado 20 de marzo una enmienda del Senado al proyecto de Ley de Desperdicio Alimentario, que permite desproteger al lobo al norte del río Duero. Esa disposición entró en vigor el 4 de abril, tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Fuentes del Partido Popular han señalado que, una vez se modifique la Directiva Hábitats a nivel europeo y se determine que el régimen de protección del lobo pasa a ser simple, la disposición transitoria aprobada por el Senado se aplicará también al lobo al sur del Duero, lo que unificará su estatus jurídico en toda España.
Esto significa que, si no hay cambios legislativos de última hora, el lobo saldrá por completo del LESPRE y pasará a estar protegido únicamente bajo el régimen básico comunitario, lo que facilitará su control en zonas de alta conflictividad ganadera, especialmente en la Cordillera Cantábrica, Castilla y León y Galicia.
Un equilibrio aún por definir
Mientras tanto, el debate sigue abierto. Para unos, la medida supone un avance en la gestión racional de la fauna salvaje y una respuesta a las demandas del medio rural. Para otros, representa un peligroso precedente en la protección de los grandes depredadores.
Lo que está claro es que el lobo ha dejado de ser intocable en Europa. Ahora, el reto será encontrar un equilibrio entre conservación y convivencia en un continente donde la naturaleza salvaje y la actividad humana deben aprender a compartir territorio.