Javier Herrera: "El sector de ferretería y bricolaje ya está sufriendo una repercusión negativa por el incremento de los aranceles sobre el acero y el aluminio"
El director general de Cecofersa ha comentado a ESTRELLA DIGITAL que la subida de aranceles lanzada por Trump ya se está haciendo notar en el sector del suministro industrial y en general, en el de ferretería y bricolaje
Una de las primeras medidas que adoptó el presidente estadounidense Donald Trump al iniciar su segundo mandato presidencial el pasado mes de enero fue establecer aranceles bajo el pretexto de proteger el mercado estadounidense.
En marzo anunció la imposición de unos aranceles del 25 % al acero y al aluminio llegado a Estados Unidos desde cualquier lugar del mundo. Medidas a las que ahora hay que sumar las anunciadas el pasado miércoles, que incluyen un arancel universal mínimo del 10 % y aranceles del 20 % para las exportaciones procedentes de la Unión Europea.
Analistas, empresarios y líderes internacionales creen que este nuevo rumbo comercial iniciado por Trump va a tener consecuencias a nivel mundial. Los exportadores de materias primas van a perder volumen de negocio y, a la vez, es previsible que el precio de los productos finales que llegan a los consumidores se eleve.
En el sector del suministro industrial, y en general en el de ferretería y bricolaje, "el incremento del 25 % de los aranceles sobre el acero y el aluminio aplicados desde marzo a toda la Unión Europea ya está sufriendo una repercusión negativa", según ha explicado a ESTRELLA DIGITAL, Javier Herrera, director general de Cecofersa.
Herrera añade que esos efectos negativos se están produciendo "independientemente de las repercusiones directas para automóviles, aceite, vino y leche", por lo que él considera, como otros muchos agentes de los diferentes sectores de la actividad económica española, que es necesaria "una armonización en la reacción de todos los países de la UE frente a estos aranceles",
Los fabricantes se van a ver obligados a subir los precios de sus productos
Estados Unidos ha impuesto aranceles y el resto de países van a responder en igual media. Los más afectados por estas medidas van a ser las empresas y también los consumidores.
Si comprar materias primas resulta más complicado y más caro, los fabricantes se van a ver obligados a subir los precios de sus productos. En algunos casos los expertos prevén que habrá productos que podrían llegar a desaparecer del mercado.
Los productos importados desde Estados Unidos serán más caros si la Unión Europea responde con más aranceles. Además, los productos fabricados en Europa también podrían aumentar su precio si dependen de componentes o materias primas que ahora van a quedar sujetas a aranceles.
Estas subidas de precios pueden impulsar de nuevo la inflación hacia arriba, lo que llevaría al Banco Central Europeo (BCE) a tener que tomar medidas como una nueva subida de los tipos de interés. En consecuencia, la financiación para empresas y particulares volverá a encarecerse y el Euribor recuperará la senda ascendente que había abandonado hace unos meses.
Aranceles al aluminio y el acero: impacto directo en la economía española
El del pasado miércoles es solo un episodio más en la guerra comercial en la que Estados Unidos se ha metido de lleno. Pero el pasado 12 de marzo asestó un golpe especialmente doloroso para la economía española: la imposición de aranceles del 25 % sobre las importaciones de acero y aluminio.
España está entre los 10 principales exportadores de acero a Estados Unidos, y cuenta con una industria del aluminio muy ligada a las cadenas de suministro europeas.
Según datos de la Cámara de Comercio, el impacto directo de esta medida se podría traducir en una caída del 10,4 % de las exportaciones españolas de acero y aluminio hacia Estados Unidos. Esto supone una pérdida de varios cientos de millones de euros en la balanza comercial, pero lo que más preocupa es que puede desencadenar un efecto dominó que tenga efectos colaterales en otros sectores.
El encarecimiento del acero y del aluminio provoca que la demanda se desplace hacia sustitutos, lo que altera los precios globales y aumenta la volatilidad de los mercados.
Alzar en los precios del cobre, el zinc o el níquel
En paralelo, otras materias primas como el cobre, el zinc o el níquel están experimentando alzas derivadas de la incertidumbre y la especulación.
Esto pone a las empresas españolas que dependen de estos insumos ante un escenario en el que deben asumir costes más altos y abordar una planificación más compleja.
La respuesta del Gobierno
Los aranceles se han convertido en una problemática de dimensiones globales, como lo demuestra el hecho de que son numerosos los países que ya han anunciado contramedidas.
En el caso de España, las contramedidas serán las que se determinen en el seno de la Unión Europea. Por el momento, lo que se ha anunciado es un plan para intentar minimizar en la medida de lo posible el impacto para las empresas y los consumidores.
El plan de contingencia estará dotado con 14.100 millones de euros en ayudas directas, líneas de crédito blando y programas de internacionalización para ayudar a la búsqueda de nuevos mercados.
Por su parte, Bruselas estudia mecanismos que ayuden a reforzar las cadenas de valor internas y a reducir la vulnerabilidad externa en sectores críticos como lo son el acero y el aluminio.