Juanfran deja sin efecto la revolución de Carrasco

Oblak, sin decidir (6). El meta atajó un disparo de Benzema en la segunda mitad, pero apenas tuvo trabajo a lo largo del duelo. En la tanda de penaltis no estuvo acertado.

Juanfran, una lanza (8). El español evidenció su gran momento de forma. Atrás, sin errores. Arriba, un puñal. Exhibió su rapidez y desequilibró en los metros finales. De su centro nació el gol de Carrasco. Erró el penalti decisivo.

Godín, firme (7). El uruguayo respondió como siempre. Su contundencia al cruce impidió que el Madrid conectara fácil en zona de tres cuartos de campo. Sin embargo, por arriba erró más de la cuenta.

Savic, opción fiable (6). Simeone apostó por él en lugar de Giménez. Fue un seguro en la zaga, pero al igual que su compañero, perdió la posición en las jugadas de estrategia y en los balones aéreos.

Filipe, la amenaza (8). De sus sucesivos centros llegaron las mejores ocasiones de los rojiblancos. Atrás no se dejó sorprender. Una de las principales armas del Atlético, con su capacidad de desborde.

Gabi, un cerrojo (7). Defensivamente, el valuarte de los rojiblancos. Robó, y ayudó en la salida del balón. Conectó con Juanfran para propiciar el primer tanto. Sin duda, una garantía para los suyos.

Augusto, el apoyo (6,5). Fue el sacrificado que dejó el sitio a Carrasco, pero rindió bien en los primeros cuarenta y cinco minutos. Parte importante en las transiciones.

Saúl, consolidado (7). Peleó hasta en la prórroga. Fue el que mejor preparado físicamente estaba. Pudo anotar con una buena bolea, pero su remate se marchó desviado.  

Koke, poca presencia (6). Estuvo más ocupado en sacar el balón jugado desde atrás y se alejó de la zona ofensiva, donde más daño suele hacer. Estuvo peor que sus compañeros, aunque no realizó un mal partido.

Griezmann, la frustración (7). Leyó el partido a la perfección, y dispuso de varias ocasiones en la primera mitad. En cambio, erró un penalti que pudo ser clave. Un día que no se le olvidará.

Torres, en su sitio (6,5). Apareció poco, pero cuando lo hizo fue clave. Ganó la posición a Pepe y forzó un penalti que al final sirvió para poco. El español se quedó sin su ansiado sueño.

Simeone, impotente (6). Colocó a su equipo en la final después de un camino repleto de obstáculos. Su equipo llevó la batuta del partido, pero le falto fortuna en la tanda de penaltis.

Carrasco, la revolución (8,5). Era el arma secreta de Simeone y rebasó las expectativas. Desbordó a Danilo y anotó el gol que dio vida a su equipo. Sin duda, el mejor rojiblanco.

Thomas, sin tiempo (-). El canterano saltó al césped cuando restaban pocos minutos para el final del encuentro y no pudo intervenir.

Alberto Puente