Un mes y dos días sin luz en la calle Toledo 15: “Estamos enfermando”

En el inmueble de la calle Toledo 15 de Parla los niños estudian a oscuras con linternas y algunos han mermado su rendimiento escolar. Varias familias cocinan con camping gas y se duchan con agua fría. Las personas dependientes que viven allí tiran de generador para poder mantener sus tratamientos médicos. Muchos vecinos han cogido frío en las últimas semanas y temen la llegada del invierno. Más de mil residentes del bloque de viviendas del municipio madrileño llevan un mes y dos días sin luz. Iberdrola les ha cortado el suministro eléctrico por impago.

Los vecinos aseguran que se debe a irregularidades administrativas puesto ellos aseguran haber pagado todas las facturas. Es el tercer corte que sufren aunque hasta ahora, dicen, nunca se había alargado tanto en el tiempo. Ante la pasividad de la Administración han decidido organizarse en mancomunidad para tratar de resolver la situación.

“Está siendo un sinvivir, se hace muy cuesta arriba. Es infernal. Lo estamos pasando muy mal. Hay gente que está mala y que está cogiendo frío”, explica Raquel López a este diario, vecina del edificio y vocal de la mancomunidad. Está medio afónica y tiene la garganta irritada. “El miércoles hizo calor, pero la semana pasada fue horrible”, dice. Sin luz no puede hacer nada contra el frío. “Lo estamos pasando mal. Hay muchos niños que iban bien en el colegio que han dado un bajón muy grande este mes. No pueden estudiar bien con velas, con frío y sin poder asearse en condiciones”, afirma.

Raquel entró en su piso en el año 2010 a través del plan de vivienda joven ofertado por el anterior gobierno municipal pero asegura que no le avisaron del “desastre”. “Estuve en una lista de espera de cinco años para que me dieran el piso. Entré a vivir con mis hijos y el Ayuntamiento me lo pintó todo muy bonito pero se le olvidó contarme que el edificio no estaba terminado y que la luz era de obra. Desde que vivo allí no he podido dar un alta de luz porque siempre hemos tenido luz de obra”, lamenta.

Limbo legal

Se trata de un inmueble de vivienda joven proyectado por el anterior gobierno municipal de 270 pisos, cuya gestión fue adjudicada a la empresa constructora UNIFO. Pero la compañía y el banco que avaló el proyecto quebraron. Después se hizo cargo la Fundación Todo Ayuda, pero en junio cerró sus cuentas. Desde entonces nadie se ha hecho cargo del inmueble y permanece inmerso en un limbo legal. “No es razonable que haya más de 300 niños afectados por frío por la falta de luz o que personas con problemas respiratorios no puedan utilizar la máquina que les proporciona aire. A día de hoy el Gobierno de la Comunidad de Madrid no ha dado ni una sola respuesta que resuelva este tema de una vez por todas”, denuncia Convergencia de la Izquierda en Parla, que pide a Iberdrola que restablezca el suministro eléctrico y propone que los vecinos y las instituciones busquen juntos una solución. “Hasta donde sabemos no dan respuesta, la Administración no quiere saber absolutamente nada del asunto”, reitera.

Los residentes ya han dado un paso al frente y han decidido constituirse como mancomunidad para hacer frente a los pagos. “Hemos metido dinero en la cuenta de la comunidad. Queremos pagar la luz, no queremos que nos regalen nada. Hemos metido 60.000 euros”, apunta López. Aunque reconoce que hay viviendas ocupadas insiste en que nunca se dejaron de pagar las facturas. “Nuestro gran problema es que al haber luz de obra nunca hemos podido hacer un alta de contrato vecino por vecino. Aunque hemos pagado la cuota de alta de luz a las empresas que han gestionado el inmueble nunca hemos podido tener un contrato individual ni un contador individual”, añade.

Raquel apunta a la Administración como responsable del “desastre”. “Se fue entregando el plan de vivienda joven sin terminar de construir y sin las licencias correspondientes”, critica. A pesar de que, según Raquel, los vecinos tienen intención de solucionar la situación creen que no será fácil. “Ningún organismo, ni el Ayuntamiento ni el IVIMA ni nadie nos hace caso ni nos ayuda. Hemos puesto en marcha la mancomunidad en condiciones perfectamente legales y con dinero para volver a tener luz. Queremos intentar arreglarlo, pero lo vemos todo muy negro”, concluye.

Marina García-Rico