Análisis

Libia: 15 años sin Gadafi, otro gran fracaso de Occidente

El estancamiento político, las movilizaciones de grupos armados y las violaciones de los derechos humanos se suceden a diario en Libia. (Foto: UNICEF/Alessio Romenzi).

Naciones Unidas, que en 15 años no ha sabido hacer frente al caos en el que se sumió el país tras el asesinato impune de Muamar el Gadafi, pone ahora el foco en Libia "porque quedarse de brazos cruzados ya no es una opción", aseguran desde el mismo organismo que contribuyó a la caída del dictador con la ayuda de Occidente

Las revueltas de la denominada 'Primavera Árabe' en el norte de África, allá por el año 2011, lograron objetivos que, a la vuelta de los años, han demostrado ser ineficaces para controlar las guerras intestinas que, los dictadores de entonces, con mano de hierro (eso sí) mantenían controladas.

Occidente pensó que derrocando a los autócratas de Egipto (Hosni Mubarak) o de Libia (Muamar el Gadafi), entre otros, se acababa con un problema que no ha hecho sino empeorar la situación que se vive en esos países desde que su líderes autocráticos cayeron del poder.

En el caso de Libia, por cierto, Gadafi fue asesinado a manos de los rebeldes que, durante años, habían intentado arrebatarle el poder por pertenecer a tribus diferentes (y rebeldes, dicho sea de paso, directamente relacionados con el terrorismo yihadista), y ese crimen que se retransmitió en directo en todo el mundo... todavía sigue sin ser investigado. Es lo que tiene la doble moral de Occidente.

Una transición que ya dura 15 años

Desde aquella 'Primavera Árabe' de 2011 en Libia, en la que países occidentales como España contribuyeron al derrocamiento del dictador (aunque ese objetivo estratégico no estaba reflejado en la Resolución 1973 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas), la situación en Libia ha quedado relegada a un segundo plano de la actualidad internacional.

Tan sólo de vez en cuando Naciones Unidas recuerda que en el país norteafricano se está produciendo una guerra civil en la que salen perdiendo los de siempre: los civiles. Esos civiles a los que, en teoría, se intentó proteger cuando Gadafi todavía gobernaba en el país.

Dicen desde Naciones Unidas (lo han hecho esta misma semana) que el país "está sumido en una crisis en la que la inacción sería más costosa que el cambio" y que "se necesita un esfuerzo colectivo para poner fin a casi 15 años de transición" en los que "el creciente número de violaciones de los derechos humanos es motivo de preocupación".

La ONU reconoce la "crisis" en Libia tras la caída de Gadafi

Y es que, si la dictadura de Muamar el Gadafi no era buena, diciéndolo en términos coloquiales; lo que ha venido después no ha sido mejor. Pero a Occidente le interesó derrocarlo y, de aquellos barros... estos lodos. De hecho, así lo reconocen desde la ONU, la organización que dio el visto bueno a la intervención occidental en Libia. "Desde la caída del exdictador libio Muamar Gadafi en 2011 -denuncian desde Naciones Unidas-, el país está sumido en una crisis multifacética".

Y entonces caben múltiples interpretaciones. Pero, sobre todo, la evidencia de que el intervencionismo occidental en países que no están preparados para asumir procesos democráticos (porque no han evolucionado al mismo ritmo que Occidente) deja estados fallidos como han sido los casos de Afganistán o Irak, por poner ejemplos recientes.

En Libia, en estos momentos, hay diferentes (y graves) problemas a los que hacer frente. Y recordemos que Libia está más cerca de España que otros países que también están atravesando graves conflictos armados (algunos de ellos endémicos) que, por el momento, no parecen tener solución a corto plazo: véanse los casos de las guerras entre Ucrania y Rusia, o la de Israel contra todos los países (y poblaciones) que le rodean.

Occidente: 15 años "de brazos cruzados"

Estos son, según la ONU, los problemas que hay ahora en Libia: estancamiento político, movilizaciones de grupos armados, violaciones de los derechos humanos... y todo ello se resume, según informan desde la ONU, en que "el resultado de esta larga transición depende ahora de la capacidad de los actores libios para construir un consenso integrador".

Ahora, después de 15 años... ahora, cuando Occidente mira hacia Ucrania y hacia Israel y los territorios palestinos. Ahora, 15 años después de que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobase una resolución para crear una zona de exclusión aérea en Libia, misión que, inexplicablemente, se prolongó hasta que los rebeldes (terroristas de corte salafista yihadista) asesinaron a Gadafi, ante la pasividad de la comunidad internacional.

"En una Libia desgarrada entre rivalidades armadas por el control de los recursos, parálisis política y agotamiento social, quedarse de brazos cruzados ya no es una opción", concluyen desde Naciones Unidas. Pero, es que, durante estos 15 años, "quedarse de brazos cruzados" ha sido, para Occidente, la única opción.