Daniel Noboa logra una sólida reelección en Ecuador mientras su rival denuncia fraude

Daniel Noboa / Facebook
Daniel Noboa ha conseguido mantenerse en el poder con una victoria clara en la segunda vuelta electoral de Ecuador, celebrada este domingo

El presidente ha sido respaldado por cerca del 56% del electorado, ampliando con creces la estrecha ventaja que obtuvo en la primera vuelta frente a su contrincante, Luisa González, representante del correísmo.

Más de 13 millones de personas fueron convocadas a las urnas, y el 83,7% ejerció su derecho al voto, una participación destacable según el Consejo Nacional Electoral (CNE). La diferencia final, superior al millón de votos sorprendió, ya que las encuestas auguraban un desenlace ajustado.

Noboa, quien ya ocupaba la presidencia desde 2023 tras ganar unas elecciones extraordinarias, comenzará su nuevo periodo el 24 de mayo. El presidente ha reiterado que su principal objetivo es devolver la seguridad a un país golpeado por el crimen organizado. “Ecuador quiere ser diferente, no quiere regresar al pasado, quiere caminar hacia adelante”, afirmó tras conocer su reelección.

Celebración desde la costa 

El presidente reelecto siguió la jornada electoral desde su residencia en la costa, acompañado por su esposa Lavinia Valbonesi y su madre, Annabella Azín, quien podría asumir la presidencia de la Asamblea Nacional.

En su intervención, Noboa calificó la jornada como “histórica” y atribuyó su victoria a la voluntad del pueblo de apostar por el cambio. “Los ecuatorianos quieren una vida mejor y han escogido un proyecto que ellos confían en que les va a dar esa vida mejor”, señaló.

Luisa González no reconoce los resultados

Mientras los resultados se confirmaban, la candidata correísta rechazó públicamente los datos oficiales y denunció un supuesto fraude electoral. González declaró que “Ecuador está viviendo una dictadura y el fraude más grotesco de su historia”, y anticipó que su partido, Revolución Ciudadana, pedirá el recuento de votos.

Por su parte, Rafael Correa, expresidente y líder del movimiento correísta, también cuestionó la legitimidad del proceso. “Sacamos el mismo 44% de la primera vuelta. Estos mafiosos hubiesen podido disimular un poquito más”, escribió en la red social X.

Las autoridades y observadores internacionales descartan irregularidades

Las acusaciones fueron respondidas de inmediato por el Consejo Nacional Electoral. Diana Atamaint, su presidenta, defendió la integridad del proceso, afirmando que “las acusaciones sin prueba no solo dañan a esta institución, sino que minan la confianza en la democracia misma”.

Consejo Nacional Electoral

También la Organización de Estados Americanos (OEA), a través del jefe de su misión de observación electoral, Heraldo Muñoz, respaldó la jornada, destacando que las primeras horas de votación se desarrollaron con “normalidad” y “tranquilidad”.

Tercera derrota consecutiva del correísmo en segunda vuelta

La nueva caída de González representa la tercera vez consecutiva en que el correísmo fracasa en alcanzar la presidencia. Ya en las elecciones extraordinarias de 2023, Noboa la había superado por un margen más ajustado. En los comicios de 2021, Andrés Arauz, también del correísmo, fue derrotado por Guillermo Lasso.

Aunque en esta ocasión González había logrado el mejor resultado del movimiento en una primera vuelta sin Correa como candidato, las expectativas no se cumplieron. Sus seguidores abandonaron las calles al caer la noche, ante la claridad de los datos del escrutinio.

Un país bajo estado de excepción

El nuevo mandato de Noboa comienza con desafíos mayúsculos. Ecuador vive una de las peores crisis de seguridad de su historia reciente, con índices de homicidios alarmantes: el país ha llegado a registrar una muerte violenta por hora. Frente a este escenario, Noboa decretó en enero un “conflicto armado interno”, señalando directamente al crimen organizado como el enemigo a combatir.

Inspirado en las políticas de Nayib Bukele en El Salvador, su estrategia de seguridad ha sido ampliamente respaldada por sectores de la sociedad, aunque también ha generado preocupación por denuncias de posibles abusos a los derechos humanos.