La Guardia Suiza custodia el féretro del Papa Francisco: historia y misión del ejército más antiguo del mundo

A día de hoy, la Guardia Suiza, que es una unidad con entidad de regimiento, es el ejército profesional más pequeño del mundo, compuesto por apenas 135 efectivos. (Foto: Guardia Suiza).
A día de hoy, la Guardia Suiza, que es una unidad con entidad de regimiento, es el ejército profesional más pequeño del mundo, compuesto por apenas 135 efectivos

El féretro del Papa Francisco, fallecido el lunes 21 de abril, está siendo custodiado por la Guardia Suiza Pontificia, cuerpo encargado de velar por la seguridad del pontífice desde hace más de cinco siglos. Con sus inconfundibles uniformes de franjas azules, rojas y amarillas, los alabarderos vigilan en silencio la capilla ardiente en la Casa Santa Marta, símbolo de respeto y continuidad institucional durante esta etapa de Sede Vacante.

Este mismo miércoles 23 de abril, los restos mortales de Francisco se trasladan, escoltados por la Guardia Suiza, a la Basílica Vaticana para que los fieles puedan dar su último adiós al sumo pontífice antes del funeral, que se celebrará el próximo sábado 26 de abril.

Más de 500 años de historia al servicio del Papa

La Guardia Suiza Pontificia fue instituida el 22 de enero de 1506 por el Papa Julio II como fuerza de élite para proteger al sucesor de Pedro y su residencia. Según detalla la Santa Sede, sus funciones actuales incluyen la custodia del Papa, su acompañamiento en actos públicos y viajes, la vigilancia de los accesos al Vaticano y la protección del Colegio Cardenalicio durante el periodo de transición.

Uno de los hitos históricos más relevantes ocurrió el 6 de mayo de 1527, durante el Saqueo de Roma. En esa ocasión, 147 guardias murieron defendiendo al papa Clemente VII del ataque de las tropas imperiales de Carlos V.

Gracias a su sacrificio, el pontífice logró escapar a través del Passetto di Borgo (un corredor elevado que conecta el Vaticano con el Castillo de Sant’Angelo), tal como recuerda el Vaticano en sus actos conmemorativos y en el perfil oficial del Cuerpo. Desde entonces, cada 6 de mayo, los nuevos reclutas prestan juramento en honor a los caídos.

Gracias al sacrificio de la Guardia Suiza, el papa Clemente VII pudo escapar al Castillo de Sant'Angelo en 1527; 147 guardias murieron defendiendo al pontífice

Requisitos estrictos y formación militar

A día de hoy, la Guardia Suiza es el ejército profesional más pequeño del mundo, compuesto por apenas 135 efectivos. Para poder formar parte del cuerpo, es necesario ser ciudadano suizo, católico practicante, soltero, tener entre 19 y 30 años, medir al menos 1,74 metros y haber completado la instrucción militar básica en Suiza, tal como detalla la página oficial del Vaticano.

El proceso de formación va más allá de lo simbólico: los guardias reciben entrenamiento en defensa personal, tácticas de protección de dignatarios, y protocolos de seguridad avanzados. Aunque la imagen pública del Cuerpo suele asociarse a las armas tradicionales (como la alabarda y la espada), también están capacitados en el manejo de armamento moderno, según detalla la Gendarmería Vaticana en diversas comunicaciones internas disponibles a través de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

Pilar de seguridad durante la Sede Vacante

Durante el periodo de Sede Vacante (el tiempo que transcurre entre la muerte o renuncia de un Papa y la elección de su sucesor), la Guardia Suiza actúa bajo la autoridad del cardenal Camarlengo, en coordinación con el Colegio de Cardenales. Su papel en estos días es clave para garantizar la seguridad del Vaticano y preservar la integridad del proceso de elección del nuevo Pontífice.

Un miembro de la Guardia Suiza, el ejército más pequeño del mundo, con el papa Francisco en una imagen de archivo. (Foto: Guardia Suiza).

Tal como subraya la Santa Sede en sus comunicaciones oficiales, “la Guardia Suiza no es solo un cuerpo ceremonial, sino una unidad entrenada y preparada para responder ante cualquier amenaza que afecte al Papa o a la Ciudad del Vaticano”.

Estructura y jerarquía de la Guardia Suiza del Vaticano

La Guardia Suiza Pontificia forma una entidad con rango de regimiento, integrada por un total de 135 efectivos. Esta estructura jerárquica está diseñada para garantizar tanto el funcionamiento operativo como el ceremonial del Cuerpo, cuya misión es proteger al Papa y custodiar el Vaticano.

En la cúpula de mando, el cuerpo está bajo el mando de un coronel, cargo que actualmente ocupa Christoph Graf, al frente desde 2015. Le acompañan un teniente coronel, un capellán (también con el empleo de teniente coronel), un mayor, dos capitanes y tres tenientes, que completan el grupo de oficiales.

El escalón siguiente lo componen los suboficiales, integrados por un sargento mayor, nueve sargentos, 14 caporales y 17 vicecaporales. Su labor es clave en la disciplina interna y en la supervisión directa de la tropa.

La Guardia Suiza se mantiene como un cuerpo moderno sin perder su esencia histórica. (Foto: Guardia Suiza Pontificia).

La tropa, formada por 85 alabarderos, constituye la base del cuerpo. Estos soldados no solo participan en ceremonias, sino que también están capacitados para labores de vigilancia y protección activa, tanto dentro como fuera del Vaticano.

Esta distribución garantiza que la Guardia Suiza pueda cumplir con eficacia tanto su función protocolaria como sus responsabilidades de seguridad, manteniéndose como un cuerpo moderno sin perder su esencia histórica.

Tradición, fe y lealtad

La presencia de la Guardia Suiza junto al féretro del Papa Francisco no solo honra su legado, sino que también representa un testimonio de la continuidad histórica y espiritual de la Iglesia. En silencio, con disciplina férrea y devoción, estos hombres mantienen viva una tradición de servicio que ha resistido guerras, reformas y siglos de historia. 

Su custodia hoy, como ayer, es símbolo de una lealtad inquebrantable al Vicario de Cristo, incluso en los momentos más solemnes de la Iglesia católica.