Dientes cultivados en laboratorio: el futuro de la odontología

Odontología, cultivo dental
Científicos del King's College de Londres logran cultivar dientes humanos en laboratorio, un avance que podría revolucionar la odontología del futuro

Un equipo de investigadores del King's College de Londres ha dado un paso significativo en el desarrollo de una técnica que podría permitir, en el futuro, cultivar dientes humanos naturales a partir de células madre. Un avance revolucionario que aspira a cambiar para siempre la forma en que se afronta la reparación y sustitución dental.

En la naturaleza, hay especies que no temen perder piezas dentales. Tiburones, elefantes o cocodrilos son capaces de regenerarlas una y otra vez a lo largo de su vida. Los humanos, en cambio, no corremos la misma suerte. Solo tenemos dos juegos de dientes: los de leche y los permanentes. Y si uno de estos últimos falla, toca buscar soluciones artificiales. De momento.

Una alternativa real a los empastes e implantes

Durante más de una década, el equipo de la Facultad de Odontología y Ciencias Orales y Craneofaciales del King's College ha trabajado con una idea tan ambiciosa como prometedora: lograr que los dientes humanos puedan regenerarse de forma natural, como si fueran parte del propio cuerpo, sin necesidad de usar materiales externos.

El doctor Xuechen Zhang, uno de los líderes de esta investigación, lo tiene claro: “Los empastes no son la mejor solución. A la larga, pueden debilitar el diente, generar sensibilidad o provocar nuevas caries”. Los implantes tampoco convencen: son invasivos, requieren una cirugía compleja y, además, nunca terminan de integrarse como un diente real.

Sin embargo, los dientes cultivados a partir de las propias células del paciente sí lo harían. Podrían “crecer en la mandíbula de forma natural, como si siempre hubieran estado ahí”, asegura Zhang. Esto implicaría mayor resistencia, mayor durabilidad y una completa compatibilidad biológica.

Una comunicación celular que imita la naturaleza

Para llegar a este punto, el equipo ha identificado una clave fundamental en el desarrollo embrionario de los dientes: la forma en la que las células se comunican entre sí. Gracias a un nuevo material bioactivo, han conseguido replicar en el laboratorio ese “diálogo” celular que da origen a los dientes en los primeros estadios de desarrollo humano.

“Lo que hemos logrado es que una célula le indique a otra que empiece a convertirse en una célula dental. Algo muy parecido a lo que ocurre en el cuerpo humano cuando se forman los dientes”, explica Zhang.

Las posibilidades que se abren son múltiples. Una de ellas, detalla el investigador, sería implantar estas células en la zona donde falta el diente y dejar que crezcan directamente dentro de la boca. La otra: crear el diente completo en el laboratorio y después colocarlo en el paciente, como si se tratara de un trasplante personalizado.

Más allá de la odontología: medicina regenerativa

Este hallazgo se enmarca dentro de un campo mucho más amplio: la medicina regenerativa, que busca reparar tejidos y órganos usando las propias células del cuerpo humano, sin recurrir a materiales sintéticos o ajenos. En lugar de utilizar prótesis metálicas o resinas, la tendencia apunta ahora al uso de células madre, biomateriales y técnicas de bioingeniería.

La doctora Ana Angelova Volponi, coautora del estudio, lo resume con claridad: “La integración de estas tecnologías puede transformar por completo la salud dental. No solo ofreceremos soluciones más eficaces, sino también más sostenibles a largo plazo”.

Desde la Facultad de Odontología del King's College subrayan que estos avances, aún en fase experimental, abren la puerta a una odontología personalizada, duradera y adaptada al paciente, en la que el cuerpo es capaz de regenerarse a sí mismo.

La era del empaste, tal y como la conocemos, podría tener los días contados.