Muere un bebé tras una circuncisión clandestina en Roquetas de Mar
La tragedia ha golpeado con fuerza al municipio almeriense de Roquetas de Mar. Un bebé ha fallecido tras haber sido sometido a una circuncisión clandestina realizada en el interior de una vivienda. La Guardia Civil ha detenido a los padres del menor y a un hombre, presuntamente sin formación médica, que habría practicado la intervención.
Los hechos ocurrieron el pasado domingo, pero no ha sido hasta este lunes por la mañana cuando se han producido los arrestos, según han confirmado fuentes de la Comandancia de Almería. Aunque no ha trascendido la edad exacta del menor, sí se ha confirmado que el suceso ha desencadenado una investigación judicial en curso.
Una práctica sin control médico
El supuesto autor de la operación, que no contaba con titulación sanitaria, está siendo investigado junto a los progenitores del bebé, que lo trasladaron a un centro de salud tras observar que el pequeño sufría una hemorragia grave. Sin embargo, nada pudieron hacer los sanitarios. El bebé llegó sin signos vitales y falleció a los pocos minutos, según informa el Diario de Almería.
El cuerpo del menor ha sido enviado al Instituto de Medicina Legal (IML), donde se le practicará la autopsia para determinar con precisión las causas de la muerte. Durante la tarde del lunes, los agentes realizaron un registro domiciliario relacionado con el caso, mientras se siguen recopilando pruebas que serán remitidas al Juzgado de Instrucción número 6 de Roquetas de Mar.
Origen y contexto familiar
Según ha trascendido, la familia del niño es originaria de Mali, un país donde la circuncisión es una práctica habitual dentro de ciertos contextos culturales y religiosos. Aun así, en España esta intervención está regulada y debe realizarse en entornos clínicos con garantías sanitarias, algo que claramente no se cumplió en este caso.
Las detenciones se enmarcan en un posible delito de homicidio imprudente y lesiones, aunque será el juzgado el que determine en los próximos días la calificación legal definitiva y el futuro procesal de los arrestados.
Antecedentes en España
El suceso de Roquetas no es, por desgracia, un hecho aislado. Ya en julio de 2002, un niño de seis años, natural de Guinea-Bisáu, fue ingresado de urgencia en el hospital de El Ejido tras sufrir graves lesiones por una intervención similar. El menor, que logró sobrevivir, perdió el glande y parte del pene como consecuencia de aquella operación ilegal realizada en un domicilio particular.
En aquella ocasión, el padre del menor y dos de sus tíos fueron detenidos y procesados por un delito de lesiones. El caso generó una fuerte alarma social y abrió un debate sobre las prácticas culturales fuera del marco sanitario.
Otro episodio trágico tuvo lugar en Valencia, en marzo de 2011, cuando un bebé de poco más de un mes murió desangrado tras serle practicada una circuncisión casera. Sus padres, procedentes de Nigeria, pretendían realizar el ritual por motivos religiosos. Alertaron a la policía al ver que el estado del niño empeoraba, pero cuando los agentes llegaron al domicilio, el menor ya no presentaba pulso.
Un debate delicado
Este tipo de casos plantea un conflicto complejo entre creencias culturales o religiosas y la legalidad sanitaria vigente. En España, la circuncisión no está prohibida, pero debe realizarse bajo control médico, en hospitales o clínicas autorizadas, especialmente en menores de edad.
Desde organizaciones médicas y de protección del menor se insiste en que cualquier intervención quirúrgica debe hacerse respetando los derechos del niño a la salud, la seguridad y la integridad física. Además, la ley obliga a los progenitores a garantizar su bienestar, algo que, según las primeras conclusiones de este caso, no se habría producido.
Se tiene que prevenir este tipo de prácticas sin caer en el estigma cultural, pero garantizando que ningún menor pierda la vida por una operación que, en otras condiciones, no debería implicar riesgos letales.