sábado, noviembre 23, 2024
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Nadal se deshace de Almagro y evita a Djokovic en semifinales

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Rafael Nadal, en la víspera de su 24 cumpleaños, ganó la batalla ante Nicolás Almagro por 7-6 (2), 7-6 (3) y 6-4, y se clasificó para las semifinales de Roland Garros, en un partido que le proporcionó ya el ritmo necesario para aspirar de nuevo al título.

Tras la derrota del suizo Roger Federer ante el sueco Robin Soderling el martes, Nadal ha puesto ya rumbo a la ronda final. Sabe que si gana por quinta vez en París recuperará el puesto de número uno del mundo. De momento no ha cedido un solo set en seis encuentros, como el checo Tomas Berdych, y el de Manacor, que fue el último campeón de este Grand Slam que lo ganó invicto (2008) parece dispuesto a reeditar este logro este año.

Nadal ganó su partido 20 este año en tierra en dos horas y 35 minutos. Fue la victoria 36 en este Grand Slam que le coloca en la penúltima ronda, donde se enfrentará con Jurgen Melzer, el primer austriaco que alcanza esta ronda después de Thomas Muster, que al vencer al serbio Novak Djokovic, por 3-6, 2-6, 6-2, 7-6 (3) y 6-4, después de un maratón de cuatro horas y 15 minutos, aseguró a Rafa el puesto de número dos, al menos.

Una de las claves del triunfo del de Manacor fue el 73 por ciento de su primer servicio y que supo aprovechar dos de los seis puntos de rotura que dispuso. Almagro sólo anotó uno de dos, pero sobre todo la confianza de haber ganado los dos desempates.

«Comencé un poco tenso, – reconoció el tetracampeón a pie de pista-, y fue muy ajustado a partir del 3-3 del primer set. Gané los desempates y mi juego mejoró algo, y he sido más agresivo y por eso los he ganado y han sido decisivos, acotó.

Dos años después de su cita con Almagro en esta misma ronda (6-1, 6-1 y 6-1) Nadal volvió a imponer su ley, aunque esta vez con muchos problemas al principio, pues el murciano se colocó en una fulgurante salida, plena de fuerza y confianza con un esperanzador 3-0, para intentar repetir la captura de un set, como hizo en el Masters 1.000 de Madrid, el único que ha perdido junto con el de Roma ante el letón Ernest Gulbis.

Eran momentos en los que al pupilo de José Perlas le salía todo. Su preciso revés a una mano buscaba las líneas y su derecha magullaba la central, donde volvía a jugar después de dos ediciones.

Nadal, impreciso, sin las distancias tomadas aún, fallaba más de lo que en él es habitual. Pero esos momentos dulces de Almagro duraron poco. Nadal recuperó su solidez y a base de un par de puntos geniales, de esos en los que desgasta física y mentalmente a sus rivales, fue desinflando la moral de Nico.
«No hay nada que hacer, venga por Dios, le gritó el murciano a su técnico, ante el frontón que tenía delante.

La seguridad de Nadal se demostró en los dos desempates de la tarde. En ambos juegos cortos jugó con la experiencia de sus 200 victorias en tierra, 201 con la del miércoles, de sus 11 semifinales en los últimos 16 Grand Slams, con seis grandes en su bolsillo, de su tenacidad con la que ha destrozado tantas veces a Federer.

Almagro confiaba en la victoria, como su novia Cristina, una estudiante de Derecho que regresó de nuevo a París, tras pasar unos exámenes y que se desgañitó en la grada animándole junto a Albert Molina, el agente de ‘Nico’.

Nadal además utilizó el saque y la volea en los momentos precisos, cuando había que decidir, en el 5-2 del desempate del primer set; otra en el punto de rotura que dispuso Almagro en el noveno juego del segundo, y una más en el primer punto del segundo desempate de la tarde, cuando había que marcar diferencias.

Remontada sorpresa

Melzer, mientras, logró el mejor resultado de su carrera en un Grand Slam y remontó por primera vez en su vida un partido tras haber cedido los dos primeros sets, al imponerse con la tercera bola de partido de la que dispuso, tras un resto fuera del jugador de Belgrado.

El punto de inflexión del encuentro se produjo en el cuarto set, que duró una hora y 19 minutos, y en concreto de un interminable octavo juego, que se definió después de nueve ‘deuces’ (iguales) y que se llevó Djokovic.

Melzer se hizo con el saque de su rival en el noveno juego del quinto set para ganar el suyo a continuación y clasificarse para la semifinal, emulando la gesta de su compatriota Thomas Muster, campeón en 1995.

Nadal nunca ha perdido un set contra Melzer, jugador contra el que se ha enfrentado en dos ocasiones, en el Máster 1.000 de Madrid del año pasado, también en tierra batida, y en los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008, en pista rápida.

El austriaco, que disputa su octavo Roland Garros consecutivo, nunca antes había pasado de la tercera ronda del Grand Slam de París, ni de ninguno de los otros tres ‘grandes’.

Además de Djokovic, para llegar a la semifinal de Roland Garros Melzer ha tenido que eliminar al ruso Teimuraz Gabashili, al español David Ferrer (sexto favorito), al francés Nicolas Mahut y al israelí Dudi Sela.

En esta temporada, ha llegado a los cuartos de final en el Máster 1.000 de Madrid, donde cayó contra el español Nicolás Almagro, del torneo de Rotterdam y del de Auckland y a las semifinales del torneo de Dubai y del de Zagreb.

Melzer, que consiguió el título de campeón júnior de Wimbledon en 1999, tiene dos títulos en individual en su carrera como profesional, el de Viena en 2009 y el de Bucarest en 2006.

Además, ha llegado a las finales de otros seis torneos (Kitzbuhel, Las Vegas, Metz, Houston, St. Poelten y New Port) y ocupa el puesto 25º del ránking de dobles de la ATP.

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