Llega el tan esperado Mundial por parte de todos, los forofos futboleros, y los no tan aficionados. Pero este campeonato también crea un sentimiento nacional hasta en países a veces divididos, el sentir de nación, unidad y cooperación, afloran entre muchos por medio de las selecciones de cada país. Pero el Mundial no es sólo eso. Es un negocio inagotable que mueve millones y millones, no sólo mientras dura sino meses antes y algún tiempo después, y más aún en época de crisis.
Las agencias de viajes ofrecen los «Especiales Mundial», excursiones relámpago al país donde se celebre, en este caso Sudáfrica, con entradas de acceso a los partidos y visitas «culturales». A pesar de la crisis, muchos se han apuntado a la moda y no han dejado escapar la anécdota de haber estado en el Mundial de Sudáfrica 2010.
Otras empresas ajenas a los viajes también han hecho sus promociones dependiendo del país en el que operan. Por ejemplo, «Mediamarkt» utiliza el gancho del Mundial de fútbol para vender diferentes productos de tecnología. También hizo una polémica campaña, si España gana el Mundial, lo que hayas comprado te lo llevas gratis. Todo un reclamo en estos tiempos que corren.
Otro ejemplo, es la multinacional de comida rápida «Burguer King» que por dos euros más al comprar tu menú te regala la bufanda de «Manolo el del bombo». Muy conocido en nuestro país por recorrer los estadios con el bombo y ataviado con banderas de España. Al igual que otros años, otra empresa de comida rápida se alía con Coca Cola para regalar con el menú «los vasos del mundial».
Más negocio, si cabe, supone para las casas de apuestas deportivas, que han ido proliferando en nuestro país. Y es que acabada la Liga, ahora toca apostar con el Mundial. Las cadenas de televisión también han hecho su agosto, buena prueba es como ha subido la audiencia de Telecinco, como la espuma, y por tanto los ingresos por publicidad.
Las empresas de ropa tampoco han querido perder la oportunidad de hacer negocio, ya que las ventas de verano se han retrasado, están recuperándose vendiendo camisetas, balones y zapatillas de la selección, una facturación que traspasa límites.
Los bares son otro ejemplo de lo que está suponiendo el Mundial para este sector. A pesar de las pérdidas acumuladas durante meses, ahora ven sus cajas con una mejoría. Aunque los partidos de España se pueden ver en abierto, muchos acuden a los bares mas que nada «por el ambiente». En resumen, el Mundial, resulta un gran entretenimiento y también un prolífico negocio, por lo menos mientras dure.