El dios del fútbol ha sido injusto con África en Johannesburgo. En un partido en el que los penaltis han sido los grandes protagonistas, Uruguay, que sólo fue capaz de imponer su juego durante los primeros treinta minutos de partido, ha apeado a la última superviviente del continente africano en un partido lleno de suspense. Ghana se adelantó en el marcador al filo del descanso gracias a un gol desde fuera del ahora de Muntari, cuyo disparo sorprendió al portero Muslera.
En la segunda parte, una falta lanzada por Forlán que se tragó el portero Kingson en el minuto doce puso la igualdad en el marcador y, aunque los ghaneses intentaron adelantarse de nuevo al contraataque, el partido se vio condenado a la prórroga.
En los minutos suplementarios, Ghana intentó imponer su ritmo y contó con las mejores oportunidades. Su mayor empuje se materializó, otra vez en el último minuto, en un penalti clarísimo que supuso además la expulsión de Luis Suárez por parar el balón con las manos bajo los palos. Sin embargo, el delantero Gyan estrelló el balón contra el larguero y el partido desembocó en una dramática tanda desde el punto de castigo que dio la victoria a los uruguayos. Abreu, a lo Panenka, fue el encargado de sentenciar una eliminatoria que no fue justa con Ghana.