El jugador del Bayern de Múnich Franck Ribéry, imputado por haber solicitado, presuntamente, los servicios de la prostituta menor de edad conocida como Zahia, reconoce que participó en una orgía con ella, otra chica y un amigo del jugador, pero asegura que no sabía que eran prostitutas.
Según revela el diario «Le Parisien», que ha podido consultar la declaración del jugador a los policías que le interrogaron, el internacional asegura que invitó las dos chicas a un viaje a Múnich, pero que no se encargó personalmente de las transacciones económicas, por lo que no sabía que Zahia no tenía aún 18 años.
«Kamel Z. (también imputado) y yo mantuvimos relaciones sexuales con las dos chicas. Nos cambiábamos de pareja durante la noche», recuerda el jugador en su testimonio a la policía. Los hechos se remontan a abril de 2009, cuando Zahia se desplazó a Múnich con una amiga para mantener relaciones sexuales con el jugador.
«Querían acostarse conmigo, por mi nombre, porque tengo dinero. Querían pasar un buen rato», aseguró el pasado 20 de julio a la policía el centrocampista del Bayern, quien sostiene que Zahia «miente» cuando declara que le pagó 700 euros por sus servicios.
Kamel, un allegado del internacional francés, fue el que organizó el encuentro, con el dinero en metálico que Ribéry le daba para reservar el hotel, los billetes, etc. con el objetivo de «no dejar pistas» y evitar que la esposa del jugador se diera cuenta, recoge «Le Parisien».
Presionado por los policías, que aseguran que la reserva del hotel y de los billetes se hicieron a nombre de un intérprete del Bayern y no de su amigo, el jugador rectifica. «Quizá ya no me acuerde de si fue Kamlel Z. el que hizo las gestiones para los billetes», reacciona Ribéry.
Lo que no ha olvidado el jugador es cómo se desarrollaron las dos noches que el jugador pasó con Zahia y con su amiga. La primera de las noches, los cuatro fueron a un restaurante antes de desplazarse al hotel, donde se produjo el intercambio de parejas.
«Volvía casa con Kamel» y «les dejé 100 euros a las chicas, para que pudieran comer y salir al día siguiente», recuerda el jugador. La segunda noche, fue el cuñado de Ribéry el que se acostó con Zahia mientras que el centrocampista mantuvo relaciones sexuales con la amiga de la prostituta. Volvió a darles 100 euros «para el taxi», dice el diario.
¿Por qué cantidades tan pequeñas?, preguntan los policías, a lo que el jugador, de 27 años, explica que ya había gastado mucho dinero en toda la operación.
«Ya había pagado el avión, el hotel, el restaurante… ya me había costado bastante caro», se justifica el del Múnich, que cifra el desembolso total en unos 2.000 euros. Más allá del asunto de la prostitución, el jugador insiste -como ha hecho desde que comenzara el escándalo- en que no sabía que era menor.
Según Ribéry, Zahia aparentaba tener unos 20 años, y no 17. «Si hubiera sabido que era menor, nunca hubiera tenido una relación con ella», asegura Ribéry.