Wolfgang Stark, el árbitro que pitará este miércoles el primer partido de las semifinales de la Liga de Campeones entre el Real Madrid y Barça no parece ser el más adecuado para arbitrar una penúltima fase de la máxima competición europea.
Dos polémicas se abren entorno a él que no le dejan en una posición objetiva para pitar un partido de tan alta envergadura. La primera es que él no oculta su devoción por el argentino Leo Messi. De tal manera lo expresó y lo hizo público, dejando a un lado su profesionalidad durante el Mundial de Sudáfrica 2010. “Es uno de los mejores jugadores del mundo, hay muy pocos como él. Es un placer verlo jugar”, llegó a decir Stark.
Y casualmente, también se trata del mismo personaje que no señaló un penalti la última ocasión que pitó al equipo madridista en Lyon (Francia).
Tal y como nos recuerda www.realmadrid.com «Stark dejó sin señalar un claro penalti a favor del Real Madrid», señala la web blanca.
La jugada a la que se refieren fue una mano de Gourcuff tras el lanzamiento de una falta de Cristiano Ronaldo que provocó la queja de José Mourinho en rueda de prensa, cuestionando las funciones de los jueces de área tras el empate a uno con el que acabó el partido de octavos de final en el estadio Gerland.