Jorge Valdano se despidió con tristeza del Real Madrid, tras ser destituido de su cargo de director general del club en la junta directiva de hoy, miércoles, y aseguró que si el escenario de su enfrentamiento con José Mourinho «era un campo de batalla, queda claro el vencedor». «Nunca he convertido el Real Madrid en un campo de batalla. Todo mi esfuerzo a lo largo de esta temporada fue de contención. Fui mucho antes director general que Jorge Valdano. Fue un esfuerzo que se vio claramente cuando ejercía de portavoz, cuando estaba obligado a la prudencia, la responsabilidad y el sentido institucional», dijo.
«Se planteó una batalla de la que intenté escapar porque creía que no era buena para el Real Madrid. Respeto mucho a este club, le quiero, me enseñó todo. Llegado el final de temporada es el club quien tiene que tomar una decisión y se ha decantado claramente. Si la percepción es que había una lucha entre los dos, queda claro el vencedor», agregó.
Al borde de la lágrima en la segunda ocasión que finaliza una temporada como directivo del Real Madrid, Valdano mostró sus sentimientos. Admitió que se ha sentido solo durante el año y presumió de saber aferrarse a los valores que aprendió como jugador en un club que adora. «Hubo un momento en el que dejé de sentirme cómodo. Entendí que el club se había ido hacia un lugar de donde yo me había alejado y me había quedado un poco solo. No tiene que ver con Mourinho, sino con el club en general. Desde que llegué no me he movido de mi lugar. Siempre he estado en mi sitio. Cuando hubo diferencias encontré un refugio en los valores del Real Madrid», afirmó.
Hace dos semanas fue el propio Valdano quien desmintió que fuese a abandonar el club blanco. Hoy explicó las razones. «Lo desmentí de forma rotunda porque no era verdad. Yo no iba a dimitir ni tenía pensado abandonar. Hoy estamos en un escenario nuevo. Es el Real Madrid el que toma la decisión de una nueva organización. Mi responsabilidad queda diluida. Es decisión del club, no mía».
Se marcha con la cabeza alta
Y afirmó que se marcha con la cabeza alta. «He sido muy leal a todos los estamentos del club y con la persona que me trajo (Florentino Pérez). Me voy tranquilo, porque mi lealtad duró hasta el último día». «El presidente me acaba de decir que no tiene nada que reprocharme. Me voy con ese sentimiento personal. He seguido lo que manda la cultura del Real Madrid. He respetado este club hasta la última consecuencia», valoró.
En ese deseo de solucionar el pulso con Mourinho, Valdano desveló que pidió una reunión que nunca se produjo. «He hecho un esfuerzo a lo largo de la temporada para tratar de reducir el ruido que había alrededor del Real Madrid. Le pedí muchas veces al presidente una reunión de tres para poder discutir frontalmente cualquier diferencia. No ha sido posible y desemboca en esta situación».
Valdano indicó que «nunca hubo ningún enfrentamiento que justificara la diferencia» que ha mantenido con Mourinho, y admitió que entre los dos no existía comunicación desde hace muchos meses. «Solo nos saludamos. Él buscó otros interlocutores dentro del club. Hizo que mis responsabilidades quedaran reducidas con el primer equipo. Giró la idea de club y no estaba cómodo».
La salida del argentino no implica la marcha de personas que trajo él al club como Miguel Pardeza o Ramón Martínez. «Florentino me ha comentado que los profesionales que llegaron conmigo permanecerán en el club». Y, elegante hasta el final, hasta llegó a elogiar la continuidad del técnico portugués. «Valoro mucho la continuidad de Mourinho. Es saludable para un club que ha sido inestable en los últimos años. La decisión es acertada. El club necesita asentarse en un proyecto durante un tiempo razonable. Ha hecho un buen trabajo esta temporada y me parece normal».
Por último, reconoció que pensó en marcharse cuando el presidente fichó a Mourinho. «Me pidió Florentino me pidió que por favor me quedará, que íbamos a saber convivir en cierta tranquilidad. No me arrepiento de haberme quedado». «Me voy con la tristeza de dejar el club en que llevo entrando y saliendo 27 años. Me ha enseñado mucho siempre. Resulta doloroso alejarse de los sitios y las personas queridas. Hay personas de gran calidad humana y alejarme de ellos me produce gran tristeza», concluyó.