¿Qué pasaría si a la selección española de fútbol le anularan de repente el Mundial que ganó en Sudáfrica hace un año y medio? Pues esto es justo lo que le podría pasar a Argentina con el campeonato que conquistó en 1978. Según informan varios medios sudamericanos, la FIFA investigará el partido de semifinales que enfrentó el 21 de junio de 1978 a las selecciones de Argentina y Perú, y podría incluso anular el triunfo de la albiceleste ante Holanda en la final y retirarle el campeonato.
La contundente goleada que los de César Luis Menotti endosaron al combinado peruano por 6-0 siempre ha estado envuelto por la sospecha de un arreglo. Sin embargo, es ahora, treinta tres años después de que Argentina se alzara con su primera Copa del Mundo, cuando la FIFA ha decidido abrir oficialmente una investigación para esclarecer qué ocurrió en aquel partido. La caja de los truenos la ha abierto recientemente el exsenador peruano, Genaro Ledesma Izquieta, al presentar una acusación formal ante los tribunales de su país, en la que asegura que la eliminatoria que enfrentó a la albiceleste y a la franjirroja fue un amaño orquestado por las cúpulas militares de ambos países para mejorar ambas dictaduras, muy señaladas por las constantes violaciones a los Derechos Humanos.
Según el exfuncionario que ha desvelado el presunto fraude, el resultado del partido – Argentina debía ganar por cuatro goles para acceder a la final- está estrechamente relacionado con el ‘Plan Cóndor’, la operación llevada a cabo por varios regímenes dictatoriales del Cono Sur de América durante las décadas de los 70 y los 80. Izquieta denuncia que este resultado fue una compensación de la dictadura peruana de Morales Bermúdez por el envío a Argentina de trece militantes peruanos, entre ellos, él mismo. Jorge Rafael Videla les aceptó como prisioneros de guerra con la condición de que Perú le permitiera ganar el Mundial.
Más sospechas
El polémico partido ha estado en el ojo del huracán desde que se disputó. Muchos medios latinoamericanos recuerdan estos días, a colación de la polémica suscitada tras las declaraciones de Izquieta, que una vez finalizado el Mundial la dictadura de Videla mandó donar 35.000 toneladas de grano de trigo a Perú y descongelar una línea de crédito de 50 millones de dólares. Sin embargo nunca se pudo probar, pese a las sospechas.
En 1998, el portero titular del conjunto peruano, Ramón Quiroga, también puso en tela de juicio la victoria del equipo de Kempes y Bertoni al declarar ante los medios de comunicación que «sospechaba» de varios de sus compañeros. «En ese partido jugó Roberto Rojas, que nunca lo hacía, y se murió en un accidente, así como el entrenador Marcos Calderón, que también pereció al estrellarse el avión en el que viajaba», recordó.
Si la FIFA logra descubrir que hubo un arreglo entre los mandatarios de los dos países investigados, Argentina perdería el primer Mundial logrado en su historia y sólo mantendría uno en su palmarés, el logrado en 1986.
Samuel Jiménez