La mala relación existente entre Iker Casillas y José Mourinho es un secreto a voces tanto dentro como fuera del Real Madrid. Pero la situación lejos de calmarse parece que se acrecenta.
La pasada semana José Ramón de la Morena relató en El Larguero, que fuentes de la cúpula del Real Madrid le habían asegurado que Mourinho no tolera en absoluto al portero madridista y que ha pedido que el club se deshaga de él.
Todo comenzó tras la llegada de Mourinho al club. Nunca le gustó Casillas, él quería a Buffon, pero no tardó en darse cuenta de que el guardameta no era un jugador más, era un símbolo para la afición.
Iker se crió y creció como jugador en el Real Madrid, fue uno de sus porteros más jóvenes y sus actuaciones han salvado en muchas ocasiones al club y le ha brindado numerosas victorias y títulos.
Mourinho prefiere galácticos antes que al de Móstoles, y no lo oculta. Las desavenencias crecieron cuando el portero del Real Madrid se disculpó ante Xavi y Puyol por la actuación de su míster en la Supercopa, con el famoso dedo en el ojo a Tito Vilanova. Mourinho se sintió atacado y desautorizado y le sentó en el banquillo en el Trofeo Santiago Bernabéu, tal vez como castigo por irse de la lengua.
Hace pocos meses, el portugués habló abiertamente de un topo en el vestuario y apuntó a Casillas. El núcleo español del equipo mostró todo su apoyo al portero y no titubeó a la hora de defenderle de tales acusaciones. Ramos no dudó en plantarle cara al entrenador, lo que supuso un nuevo momento de tensión.
Lo último que se rumorea, es que Mou ha aceptado quedarse, pero pide que venga otro portero o que el club se deshaga de Casillas. ¿Pasará el club por el aro?
Por su parte, el entrenador del Real Madrid rechazó este pasado sábado los rumores que aseguran que no tiene muy buena relación con el capitán del club, Iker Casillas, recalcando que no tiene «ningún problema con él, ni con ninguno de mis jugadores».
Itziar de la Fuente