El jugador del Livorno Piermario Morosini ha fallecido este sábado tras sufrir un paro cardíaco en el partido, correspondiente a la Serie B italiana, que el equipo de la Toscana disputaba ante el Pescara, suspendido tras el duro suceso, según ha confirmado la prensa italiana.
Morosini fue atendido en el campo por parte de los servicios médicos, que le realizaron un masaje cardiaco sobre el terreno de juego antes de ser trasladado en ambulancia al hospital Santo Spirito de Pescara, a donde, tal y como ha declarado uno de los médicos que le atendió, llegó «sin vida».
La desgracia tuvo lugar en el minuto 31 del encuentro, cuando el jugador cedido por el Udinese esta temporada, comenzó a tambalearse, llegándose a desplomar sobre el campo del Stadio Adriatico de Pescara. Pese a que intentó levantarse hasta en dos ocasiones, Morosini terminó desplomándose al suelo. Tras los intentos de reanimación, el futbolista de tan sólo 25 años falleció camino al hospital, en donde nada pudieron hacer por salvar su vida.
De esta forma, la ‘Federcalcio’, que en un principio declaró un minuto de silencio en todos los partidos de la jornada de este fin de semana, ha decidido finalmente suspender todo el fútbol, de cualquier categoría, en Italia.
Estrella Digital/EP