El capitán del Atlético de Madrid, Antonio López, ha coronado la celebración del club colchonero anudando una bufanda al cuello del Dios Neptuno y una bandera en el tridente de la efigie, para mayor delirio de los miles y miles de aficionados que dieron sus mejores parabienes a los jugadores que han vuelto a situar al equipo del Manzanares en el mapa futbolístico del Viejo Continente.
La madrileña Plaza de Neptuno se atestó de aficionados rojiblancos para recibir a los ya conocidos como ‘héroes de Bucarest’, ciudad donde el Atlético de Madrid se proclamó por segunda ocasión en dos años campeón de la Europa League tras imponerse contundentemente (3-0) al Athletic Club.
En torno a las ocho de la tarde, el autobús donde la expedición rojiblanca hizo una ‘roulette’ por la capital de España, alcanzó la glorieta donde se congregaban miles de aficionados devotos de sus ídolos para ofrecerles su cariño y arroparles también en los momentos de gloria como este.
Una vez que el autobús descapotable alcanzó la estatua de la deidad griega que representa al Dios del mar, en una tarde calurosa en la capital, los integrantes de la plantilla y el cuerpo técnico fueron descendiendo del transporte.
Uno a uno, los protagonistas de la tarde fueron desfilando por una pasarela situada en torno a Neptuno, para mayor gloria de cada jugador. Cuando el último de ellos alcanzó al grupo, el capitán atlético Antonio López agarró el micrófono y fue presentando a sus compañeros, desvelando algunos de los motes del vestuario.