El comienzo del partido hacía indicar un desarrollo completamente distinto al que sucedió, y es que Federer comenzó golpeando primero, rompiendo en el quinto juego el saque del serbio y tomando así la primera ventaja del encuentro. Una renta que le duró muy poco al tenista helvético, ya que a continuación perdió su servicio y el encuentro volvió a la igualdad.
Djokovic solventó rápidamente su primera desventaja y se dio cuenta que podía comenzar a hacer daño a su rival. La determinación en los momentos clave fue muy importante no solo en el primer set sino en todo el encuentro, pero en la primera manga quedó más que demostrado.
Con 5-4 en contra, Federer afrontaba un saque vital para seguir vivo, pero se encontró con un ‘Nole’ dispuesto a no permitirle ni un fallo. Djokovic aprovechó la indecisión del suizo y consiguió un ‘break’ con el que solventaba el primer set.
Federer necesitaba una reacción inmediata y no tardó en llegar. Los dos primeros saques de Djokovic se convirtieron en dos roturas que permitían adelantarse al suizo con un claro 3-0. Sin embargo, de nuevo le faltó contundencia al ganador de 2009 y, cuando servía para ganar el set por 6-4, le volvió a temblar la mano y cedió su saque.
Fue el aliciente que necesitaba un Novak Djokovic que tras ganar su servicio se comió a su rival y certificó el segundo set gracias a otro ‘break’. Fue prácticamente la puntilla para un Roger Federer que comenzó a despedirse de la final parisina.
Federer desaparece
El tercer y definitivo set no siguió el mismo camino ya que el suizo solo pudo conservar por momentos su saque y prácticamente en ningún momento puso en apuros el saque de Djokovic. El tenista serbio caminaba triunfante hacia la final y apagó definitivamente el sueño de su rival cuando tomó ventaja en el sexto juego, rompiendo el servicio de Federer y situándose con 4-2.
Una ventaja que permitía al serbio sellar su victoria tan solo conservando su saque. Algo que hizo sin problemas, cerrando el tercer y definitivo set por 6-3 y proclamándose así flamante finalista. Con esta victoria, el número uno del mundo consiguió un hito más en su carrera, ya que nunca había conseguido acceder a la final de Roland Garros.
Será una final inédita tan solo en Roland Garros, ya que Novak Djokovic y Rafael Nadal protagonizarán la cuarta final consecutiva de ‘Grand Slam’. Las tres anteriores se las llevó el serbio, por lo que el tenista español tendrá la oportunidad de tomarse la revancha y hacer historia consiguiendo su séptimo título sobre la arcilla parisina.