Usain Bolt es un atleta incomparable con ningún otro y que ha hecho historia, además no hay duda de que es joven y que por sus venas corre sangre jamaicana, vamos que le gusta la fiesta más que a un tonto un lapicero, hecho que se sabe y que le ha traído más de una crítica.
Bolt lo reconoce y no ve nada malo en ello. Tras coronarse por segunda vez campeón olímpico de los 100 metros lisos, Bolt no podía quedarse sin celebrarlo a su manera y como evidentemente no podía irse de fiesta, lo celebró de otra manera.
El atleta jamaicano no tiene ni un pelo de tonto y para celebrar su nueva medalla invitó a las jugadoras de balonmano suecas a su habitación en la villa olímpica. Bolt no perdió la oportunidad de compartirlo con todo el mundo y colgó una foto en Twitter con las atletas.
A la celebración también acudió el decatleta jamaicano Maurice Smith. La «reunión» duró 90 minutos y según aseguraron las suecas, ya eliminadas de los Juegos Olímpicos, al diario Expressen «fue muy normal y no pasó nada de nada». Además, «Bolt es una pasada, en ningún momento se propasó, estuvo amable y simpático».
Itziar de la Fuente