El ruso Denis Menchov (Katusha), doble ganador de la Vuelta a España, mostró su mejor nivel para imponerse en la vigésima etapa disputada entre Segovia y la Bola del Mundo, de 170,7 kilómetros, en la que Alberto Contador se proclamó virtual vencedor y Alejandro Valverde aguantó el segundo puesto ante los ataques de Purito Rodríguez.
Menchov, en principio en el lote de favoritos, no había dado señales de vida en toda la Vuelta, pero agarró al vuelo la última oportunidad para una etapa golosa, destacado con 17 segundos sobre el australiano Richie Porte (Sky), los últimos supervivientes de una numerosa escapada de 20 corredores que marcó la jornada.
La escapada del día ganó el pulso al pelotón, donde los favoritos aparecieron en el ascenso a la Bola del Mundo, o sea, a 3,4 kilómetros de meta. En un escenario equiparable en dureza al Cuitu Negru, con pavimento de cemento, no de asfalto, Purito Rodríguez volvió por sus fueros y se mostró agresivo.
El catalán arrancó en dos ocasiones dentro de los dos últimos kilómetros, que sirvieron para descolgar primero a Valverde y luego a Contador, pero no llegaron las diferencias deseadas. El murciano solo le cedió 25 segundos, y Contador, sin agobiarse por el arreón, subió a su ritmo, disfrutando en los últimos metros de la que será su segunda Vuelta a España y su quinta carrera grande.
«Ha sido una Vuelta difícil, de usar las piernas y la cabeza, siempre lo recordaré. Es una victoria especial, ganar una carrera tan importante con esta presión es lo máximo», dijo Contador.
La foto para el podio de Cibeles quedó definida. Valverde subirá al segundo escalón, «feliz por lo conseguido», pero lamentando aún la caída de Valdezcaray y Purito al tercero, como siempre envuelto en su alegre conformismo.
«Alberto se lo ha ganado y le doy la enhorabuena. Ha ganado el mejor. Estoy orgulloso de mi actuación y lo he intentado hasta el final», resumió el ciclista de Parets.
La última etapa en lo deportivo – la del domingo es de homenaje a Contador, prometía mayores alicientes. Un recorrido con cinco puertos y dureza suficiente para soñar con alguna emboscada lejana, pero el guión se volvió rutinario.
La lluvia torrencial que cayó durante una hora metió un poco de miedo, pero enseguida volvió el calor. Un grupo de 20 hombres abrieron camino por los puertos de Navafría, Canencia, Morcuera y Cotos. Allí se metieron dos ganadores de Vuelta: Menchov y Juanjo Cobo. Solo el primero de ellos, gregario anónimo de Purito en el Katusha, hizo honor a tal condición.
La Bola decidió en favor del ruso criado en el antiguo Banesto, un veterano de 34 años que fue decimoquinto en el Tour y se apuntó a la Vuelta para aprobar el curso. In extremis salvó los muebles con un triunfo que se fraguó en el último hectómetro, donde impuso la experiencia. Segunda victoria de la temporada para el vencedor del Giro 2009 y actual campeón de Rusia contrarreloj.
Contador, quien llegó a la Vuelta con 6 días de competición una vez cumplida la sanción del TAS, vivirá en Madrid una fiesta grande tres años después, desde aquel Tour de 2009. Para la memoria quedará un asalto sin cuartel camino de Fuente Dé que le permitirá ponerse los laureles por segunda vez, como Menchov, Pedro Delgado, Bernard Hinault, José Manuel Fuente, Berrendero, entre otros. Próxima estación: hacer lo mismo en el Tour de Francia.
Mañana, fin de fiesta con la disputa de la vigésimo primera y última etapa entre Cercedilla y Madrid, de 115 kilómetros, homenaje a Alberto Contador como ganador de la ronda.