Cristiano Ronaldo está triste, enfadado, desilusionado, una mezcla de sentimientos. La voz de alarma la dio tras el partido del Real Madrid contra el Granada, «estoy triste y el club sabe por qué». Muchos fueron los comentarios que estás palabras desataron, unos decían que quería cobrar más, otros que no se sentía querido, otros que no creía estar respaldado por el club, en resumen, la estrella del Madrid no estaba contento.
Estas declaraciones hicieron pensar que Cristiano podría buscar la manera de abandonar el club y no van desencaminados. Ahora se sabe que Cristiano podría haber puesto fin a su periplo madrdista el día uno de septiembre.
Ronaldo cree que no ha estado lo suficientemente arropado por el club en los premios del fútbol a los que ha optado, y para demostrarlo se ha comparado con Messi o Iniesta que estuvieron apoyados por el Barcelona en el premio al mejor futbolista de la UEFA.
Bajo esta excusa o argumento, Cristiano acudió al despacho de Florentino Pérez el domingo uno de septiembre a las cinco de la tarde. Al parecer, en dicho encuentro, Cristiano esgrimió que tenía una oferta anónima para marcharse a otro club que le ofrecía 20 millones anuales y pagaría a su vez los 95 millones por los que el Madrid compró a Ronaldo al Manchester United.
Cristiano no reveló en ningún momento el nombre de ese supuesto club que en tiempos de crisis ofrecería tal cantidad e igualaría el sueldo del futbolista al de Etoo. El club tiene el futuro de Cristiano en sus manos ya que el portugués tiene contrato hasta el año 2015 y Florentino no está dispuesto a dejarle escapar.