El Real Madrid y el FC Barcelona cerrarán este sábado en el Santiago Bernabéu (16.00 horas/Canal+) su periplo de tres ‘clásicos’ en un mes, disputando el que es seguramente el de menor importancia para los locales, más pendientes de Old Trafford y más tranquilos tras su asalto al Camp Nou, mientras que para los blaugranas, que gozan de 16 puntos de ventaja en la Liga BBVA, se ha convertido en más necesario por un tema de imagen y recuperación anímica tras lo sucedido el pasado martes. La victoria por 1-3 del conjunto blanco en la Ciudad Condal desató la euforia del madridismo y encendió de forma definitiva las alarmas en el bando ‘culé’, que está atravesando un delicado momento por sus actuaciones en San Siro y en el ‘clásico’ copero, más los apuros ante el Sevilla pese a la remontada y victoria final.
Ese triunfo blanco y el pase a la gran final ante el Atlético de Madrid permite a los de José Mourinho llegar con más ‘tranquilidad’ a la cita de mañana, extraña también por su horario, y donde lo más probable es que apueste por rotar mucho a su once titular pensando en el desafío del próximo martes en el ‘Teatro de los Sueños’, al que visitará con la misma obligación que en el Camp Nou, pero en la competición que más ansía el madridismo.
Por su parte, el conjunto de Tito Vilanova, afronta el duelo con ganas de tomarse la revancha de lo sucedido el pasado martes y como un intento de volver a recuperar su imagen demoledora, intacta hasta el inicio de febrero y la derrota ante el AC Milan (0-2). Además, son conscientes del importante paso hacia la consecución del título que sería ganar en el feudo blanco.
Pese a la amplia ventaja en la clasificación de la Liga BBVA, con 16 puntos sobre el Real Madrid y 12 sobre el Atlético de Madrid, el equipo catalán puede encontrar en este ‘clásico’ la forma de revitalizarse y poner un punto y aparte en su actual preocupante estado de forma y juego del equipo, que en dos semanas tiene una cita clave con la vuelta de la ‘Champions’ y que sabe que una victoria, cuanto más contundente mejor, en el coliseo blanco podría poner fin al debate.
El Barça, también inmerso en las dudas que puede estar acarreando la ausencia de su primer técnico, curándose de su enfermedad en Nueva York, y el rendimiento de su estrella, Leo Messi, ante el Milan y el Real Madrid, llega por ello por primera vez ‘tocado’ en los últimos años ante su gran rival, y esta situación le puede convertir en un equipo más peligroso.
Y para ello puede ayudar el planteamiento que disponga Mourinho, que lo más probable es que vuelve a apostar, como hiciese en Riazor hace una semana, por dar descanso a titulares fijos para tenerles a punto para el duelo ante el Manchester United, entre ellos Cristiano Ronaldo, encumbrado por su actuación en el Camp Nou y que ya probó el banquillo ante el Deportivo de La Coruña.
Al de Madeira no le gusta perderse este tipo de partidos, haya más o menos en juego, y eso podría convencer al técnico madridista para ponerle en el once. Los que no estarán seguro serán Xabi Alonso, que sigue gozando de descanso por sus molestias en el pubis, y Ángel di María, sancionado, mientras que Sami Khedira y Mesut Özil también repetirían en el banquillo como el conjunto deportivista.
Esto abriría las puertas a Essien, Modric, y, sobre todo, a Kaká, en buena forma y que busca la titularidad en Manchester. En defensa puede haber igualmente cambios con Pepe recuperando la titularidad en el centro de la zaga, y nuevas oportunidades para Raúl Albiol y Marcelo. Arriba, Karim Benzema, en el ojo del huracán por su rendimiento y su incidente extradeportivo al ser ‘cazado’ por la Guardia Civil a 216 km/h en la M-40, debería ser el ‘9’ en detrimento de Gonzalo Higuaín.
También habrá cambios en el once blaugrana, ya que Xavi Hernández será baja por una rotura en el bíceps femoral del muslo derecho que le hará estar aproximadamente entre 10 y 15 días de baja. El propio Roura en rueda de prensa le puso como duda para el choque, donde regresará Víctor Valdés a la portería como único cambio seguro pero, probablemente, no como única novedad. Messi, con fiebre el jueves, estará a plena disposición y con ganas de reivindicarse de nuevo.