El segundo clásico en menos de una semana ha dejado una imagen para la polémica. Corría el minuto 18 de la primera parte cuando Messi perforó la red de Diego López y sus compañeros, como no podía ser de otra forma, celebraron el gol del empate. Sin embargo, una de las cámaras de televisión cazó a Jordi Alba levantando uno de sus dedos que muchos aficionados interpretaron como una peineta.
El de Hospitalet salió al túnel de vestuario para defenderse y aclarar el gesto: «No hice ningún gesto a malas con la afición. Creo que las imágenes lo dejan claro. que no hago ninguna peineta».
Las imágenes no logran identificar nítidamente qué dedo fue el que levantó. Según Alba, levantó el índice y no el corazón, un gesto con el que el propio jugador quiso decir «que Messi es el número uno».