El Real Madrid se ha curado las heridas de su reciente eliminación europea a costa del Valladolid, al que venció (4-3) en un partido alocado que decidieron Kaká y Cristiano Ronaldo, que volvió a firmar un doblete para alargar, una semana más, el alirón del FC Barcelona.
El ruido de viento se dejó escuchar en los instantes previos al inicio del partido, aún caliente por la eliminación a manos del Dortmund, sobre todo cuando un Bernabéu ‘semi vacío’ pitó a José Mourinho al ser nombrado por megafonía, quizá a modo de despedida del portugués.
Los blancos iniciaron tímidos y se encontraron a un Valladolid que no llegó a Concha Espina a encerrarse ni mucho menos, y planteó un partido de tú a tú. Fruto de ese atrevimiento llegaría el primer tanto visitante cuando apenas se había cumplido el minuto 8.
Un pase vertical a la espalda de la defensa local se convirtió en una asistencia de gol cuando Carvalho dejó botar el balón, regalando los últimos metros a Óscar. El pucelano culminó la jugada batiendo a Diego López con un disparo raso por el palo corto y logró así su duodécimo tanto en esta liga.
El Real Madrid reaccionó rápido y dispuso de varias ocasiones para igualar con disparos de Modric y Kaká que no vieron portería por poco. Los de Pucela, mientras, seguían a lo suyo, dando la cara y sabiendo jugar el balón en ataque para crearle peligro a una defensa demasiado blanda, en la que se notó la baja de Ramos y Varane.
En el minuto 25 tras un buen disparo de Kaká, que obligó a lucirse a Jaime, llegaría la igualada. Una acción personal de Di María que arrancó desde la banda derecha, recortó hacia fuera en una jugada marca de la casa y se acomodó para sacar un zurdazo que tocó en Valiente y sorprendió al meta rival.
Con el gol llegaron los mejores minutos de los locales que asediaron la portería contraria hasta lograr la remontada. Un saque de esquina botado por el ‘fideo’, le llegaría a los pies del argentino hasta dos veces más, antes de que su centro encontrara la cabeza de Cristiano, que cabeceó a gol.
Pero a la defensa merengue le dio por volver a ponerle picante al choque y de nuevo una jugada sin aparente peligro se convirtió en gol debido a la pasividad de los centrales. La internada de Omar por banda izquierda acabó con un pase al corazón del área que nadie despejó, y Javi Guerra, que pasaba por allí se lanzó con fe para volver a poner tablas en el electrónico. Antes del descanso Benzema cabeceó a gol pero el árbitro lo anuló por fuera de juego.
Después de una primera parte muy movida, la segunda comenzó para los de Chamartín con la clara consigna de levantar el marcador. Salieron al ataque y en el minuto 47 Kaká recogía un balón dentro del área y disparaba a gol desde corta distancia, haciendo inútil la estirada de Jaime. Poco después, el incansable Cristiano, cuya ambición no conoce límites, remató con un potente cabezazo y subió el cuarto gol a la cuenta de su equipo.
Antes del final, el Valladolid mandó varios avisos a Diego López, que tuvo que hacer varias paradas de mucho mérito para evitar el gol. Pero finalmente Sastre lograría el tercero para su equipo para hacer mayor justicia a lo que se había visto, sobre todo en la primera mitad.
Con esta victoria el Real Madrid suma ya 20 en Liga y retrasa el alirón de su máximo rival al menos una semana más. El Valladolid, por su parte, se encuentra en ese limbo lejos del infierno, pero también del paraíso de Europa.
Estrella Digital/EP