El CSKA de Moscú se ha impuesto este domingo al Barcelona (74-73) en la final de consolación de la ‘Final Four’, por lo que tanto el conjunto de Ettore Messina como el de Xavi Pascual –a pesar de Navarro– empeoran en un puesto su clasificación de la pasada edición, y prolongan un año más sobre la pintura del O2 Arena londinense su reconciliación con la gloria en la competición continental.
Las numerosas lesiones –incluida la postrera de Nathan Jawai– y el golpe psicológico que supuso la derrota frente al máximo rival en semifinales, el Real Madrid, dejaban al Barcelona en una difícil posición para medirse al eterno invitado en Euroliga. El CSKA moscovita no falla en ‘Final Four’ desde 2003. Sin embargo, este año el éxito de 2008 tampoco llegaría. Su sonrojante derrota frente a Olympiacos le condenó a la final que nadie quiere jugar. Triste final para despedir a un jugador como Papaloukas.
Llegó así un equipo sin apenas fisuras para medirse a un Barcelona en horas bajas. La estrategia trazada por Xavi Pascual fue la misma que sus colegas griegos: fortificar la defensa. Nada fácil teniendo al alero Victor Krhyapa (16 puntos) cerca del aro. Suya fue la primera canasta para dejar claro lo difícil que es marcar a un jugador tan polivalente. Inauguraría el ruso un parcial de 5-0, que se extendió hasta el 11-2.
Los blaugranas debieron echar mano del joven Abrines (10 puntos), despojado de cualquier síntoma de respeto. Anotando desde la línea de 6,75, el Barcelona salvó los muebles para cerrar los primeros diez minutos con el marcador en 15-12. El O2 Arena de Londres fue testigo de la evolución del juego del Barcelona.
Acabaron cumpliendo sus propósitos al secar al base Milos Teodosic (5 puntos, 5 asistencias). Uno de los mejores triplistas del campeonato, junto a Navarro –casi inédito hasta entonces– se despidió al descanso con un cero en su casilla de anotación. No sucedió así con Sonny Weems (14 puntos). Sería tarea de los jóvenes Rabaseda, Abrines y Todorovic alentar al Barcelona ante el poderío del estadounidense (18 puntos entre los tres al descanso).
El primero de ellos, Rabaseda, firmó un triple para colocar el empate a 19. Los de Ettore Messina se vieron por debajo (23-25) tras una certera canasta de Ingles. Un forcejeo no exento de intensidad dejó las tablas a 35 al descanso. Sin embargo, el parido volvió a empezar. Un paralelismo con el bocinazo inicial dejó un parcial de 13-0 para los rusos a la salida de vestuarios. La contundencia física de los ‘locales’ y la pérdida de la ventaja en el rebote cegaron al Barcelona.
Todorovic (11 puntos, 4 rebotes) decidió que era su cita; y sirvió de acicate para la llegada de Juan Carlos Navarro (17 puntos). El escolta de Sant Feliu Llobregat resurgió para acercar la victoria, para dejar abierta la contienda de cara al último acto. Sólo en los minutos finales volvería a aparecer ‘La Bomba’. Un triple suyo a falta de 36 segundos culminó la enorme escalada a los Urales (72-73).
Dos tiros libres Aaron Jackson colocaron arriba al CSKA de Moscú. Los de Xavi Pascual se la jugaron agotando posesión. El balón en las manos era para Marcelinho. La falta de entendimiento impidió tocar las redes. Bastaba una canasta de dos y probaron de tres para hincar la rodilla. El Barcelona cede un puesto con la nostalgia de aquella victoriosa final en París 2010. Por su parte, Messina sigue sin encontrar la tecla que pulsó en 2008.
Estrella Digital/EP