El Olympiacos Piraeus rompió sobre el parqué londinense del O2 Arena la esperanza blanca por conquistar el noveno título continental, al imponerse al Real Madrid (100-88) gracias a su exhibición de fortaleza mental y un último cuarto en el que se elevaron por encima de los 30 puntos de la mano del fantástico Vassilis Spanoulis (3 veces MVP de la ‘Final Four’), que guió al conjunto griego hacia su tercer cetro europeo para convertirle en el tercer club que repite triunfo.
El O2 Arena presentó un ambiente infernal para recibir al Real Madrid. El partido de las aficiones ya estaba perdido. La grada rojiblanca no amedrentó en cambio a los de Pablo Laso en un principio. Disiparon las dudas que se cernían sobre su corta experiencia en cinco minutos. Fue lo que tardó Sergio Llull en anotar su primer triple (5-11). Sin embargo, la intensidad física acabaría por cambiar la historia. En Zaragoza, en 1995, con los mismos contendientes, el Madrid saldría airoso. Esta vez no.
Hasta entonces, los porcentajes acompañaron. Mirotic (2/2) en tiros de campo), Llull (3/3) y Begic (2/2) no fallaron un solo lanzamiento. Se acercaría a la perfección también Rudy Fernández (3/6), intenso en el robo. Fue un arranque raudo, frenético, en estado de gracia, completado con la solidez defensiva encarnada en los tres tapones del esloveno Mirza Begic. Los del Pireo se marcharían sin saber cómo con 10 puntos del primer cuarto (10-27).
Sin embargo, la fortuna no es eterna. El conjunto de Georgios Bartzokas, vigente campeón (de la mano de otro técnico) y verdugo del favorito CSKA moscovita, aireó en el segundo cuarto su implacable ánimo para alzar el vuelo. El macedonio Pero Antic sería el primero en asomar desde el perímetro. Se sumaron Law (20 puntos, 5 rebotes, 5 asistencias) y Perperoglou, al tiempo que el ala-pívot Printezis decidió adueñarse de la zona.
‘MVP’ Vassilis Spanoulis no tiene piedad
Endurecieron la defensa para llevar el partido al terreno físico. Cerraron filas. En fuerza, y no en agilidad ni talento, el Madrid se enfangó para cerrar el descanso con una anotación de 14 puntos (37-41). Dos caras por periodo; igualdad desecha. El partido tuvo un nuevo comienzo, con nuevo protagonista. Sería el ‘MVP’ de la Euroliga y ‘Final Four’, Vassilis Spanoulis (22 puntos). Dos triples suyos otorgaron la ventaja por primera vez a los griegos (45-43).
El intercambio de golpes evidenció la desventaja del Madrid. Debieron aparecer Slaugther –por las tres personales de un inmenso Begic– y Felipe Reyes. Ambos igualaron la lucha en el poste bajo con Hines (12 puntos, 5 rebotes). Mientras los griegos empeoraban sus porcentajes en lanzamientos de tres, los blancos se adueñaban de los rebotes. Así, un triples de Rudy adelantaría a los capitalinos (55-56) a tres minutos del final del tercer cuarto.
La temperatura cobró su máxima. La ventaja de los equipos alternó. Entretanto el capitán Felipe Reyes superó a Turkcan para convertirse en el máximo reboteador de la historia de la competición continental. Con choques, gritos, desaciertos, caídas y una técnica se llegó al último acto, que levantaría el telón con tablas (61-61).
Spanoulis, que no ha perdido un solo encuentro en su carrera en ‘Final Four’ (6/6), se alió con Law para ahuyentar el ánimo blanco. El Olympiacos imperó en la batalla del cuerpo a cuerpo. El principal arma blanca, la anotación, se volvió en su contra. El Madrid desesperó mientras su desventaja no hacía sino aumentar. Los griegos llegaron a los 100 puntos ante la impotencia de Pablo Laso, que hincó la rodilla ante un equipo que hace historia. Tres de los cuatro últimos campeones han sido griegos.
Estrella Digital/EP