Por mucho que se confíe en ello, nadie puede pronosticar que la selección de Vicente Del Bosque hará bueno el eslogan «La roja gana en Telecinco» que la privada creó para el Mundial de Sudáfrica, pero sí se puede apostar, con un 99% de posibilidades de acierto, porque la cadena de Mediaset será quien emita sus encuentros en el próximo Mundial de Brasil. Sólo la FIFA, la tenedora de los derechos televisivos, podría hacer que ese otro 1% fuera fatídico.
A falta de que el máximo organismo mundial de fútbol de el visto bueno a la oferta, lo cierto es que la cifra que ha presentado Mediaset es la única opción válida para que ese evento pudiera verse gratis en nuestro país, dado que ni sumando las ofertas de Antena 3 y TVE se llega a esa cantidad. Así las cosas, o la emite Telecinco, o Cuatro algunos partidos «menores», o ninguna cadena en abierto ofrecería el campeonato en nuestro país.
Los de Planeta no han llegado a los 20 millones de euros, mientras que la cadena pública, que bastante tiene ahora mismo con lo que tiene, se ha quedado cerca de los 15 millones de euros. Los derechos de la Liga de Campeones, que no piensa soltar, por mucho «globo sonda» que haya salido en algún medio diciendo que los habría puesto en venta (presuntamente desde la propia Telecinco, la más «ansiosa» por adquirirlos), lastran mucho su apartado económico para nuevas adquisiciones.
Nula rentabilidad
Mediaset España se va a hacer con el Mundial de Brasil pese a las palabras el pasado mes de abril de su consejero delegado y presidente de Publiespaña, Giuseppe Tringali, en las que dejaba claro que sólo adquiriría los derechos si la operación era rentable económicamente. Tal y como está el mercado publicitario, que tampoco mejorará mucho en 2014, parece casi imposible amortizar lo ofrecido.
Y es que por mucho que ahora se pueda vender que esa cantidad es la mitad de lo que se pagó en su día por Sogecable para hacerse con el Mundial de Sudáfrica (ésta luego a su vez revendió un paquete ocho encuentros en abierto a Telecinco, incluyendo el inaugural, los tres de España de la fase previa, y uno de octavos, otro de cuartos, una semifinal y la final, que, afortunadamente también contaron con la presencia de nuestra selección), lo cierto es que el coste de los ingresos por publicidad que puede generar una cita así también se han reducido a la mitad.
En ese sentido, las previsiones más optimistas apuntan a que para el Mundial brasileño la cadena que lo ofreciera en nuestro país podría sacar en torno a los 25 millones de euros, con lo que Telecinco podría perdería dinero, algo que no cuadra con la «rentabilidad» a la que hacía referencia Tringali en abril.
Quizás se pudiera acoger el consejero delegado ahora a que el Mundial sí es rentable en cuanto a audiencias se refiere, aunque bien haría en recordar que, por ejemplo, con motivo de la última Eurocopa que también emitió Telecinco, con un 16,7% de cuota y sacando más ventaja que en ningún otro mes a sus perseguidores (más de 5 puntos), la audiencia no fidelizó después con la cadena, ya que en julio tuvo su mínimo histórico en ese mes, con un 13’3% de cuota, 3,4 puntos menos que un año atrás.
En lo que sí podría ganar sería en «imagen», por aquello de asociar la marca Telecinco al esperado éxito de los chicos de Del Bosque, como ya ocurriera en Sudáfrica y con anterioridad con Cuatro con motivo de la Eurocopa de Austria y Suiza. Tras los tiempos convulsos vividos por la privada con los anunciantes, causados por programas relacionados con el corazón, sin duda que eso sí sería «rentable» para la casa.
M. Arroyo