El mundo al revés. Brasil emuló a la España de la Furia y los nuestros intentaron el «jogo bonito» de los Zico, Sócrates y compañía que asombraron en el Mundial que organizamos. El resultado no pudo ser más nefasto para los intereses del conjunto de un Vicente Del Bosque que ya anda dándole vueltas a la cabeza sobre la necesidad de hacer cuando menos cinco cambios de cara a la cita mundialista del próximo año, de nuevo en territorio carioca.
Con lo de trotar ya ha quedado demostrado que no va a bastar para reeditar el título, sobre todo si Brasil sigue mordiendo como hizo este domingo en Maracaná y si les emulan el resto de selecciones fuertes. Tampoco con ciertos jugadores que o nunca debieron formar parte de este combinado o que ya están en los últimos estertores de su carrera.
En el primer apartado hay que situar por encima de todos a Arbeloa, el hombre que deja a los laterales diestros españoles a la altura del betún al ser él su máxima representación. Si el marqués hizo pagar a Juanfran su error ante Francia, no convocándole nunca más, el técnico casi tendría que expatriar al madridista por la Confederaciones que ha hecho. Ese puesto seguro que tendrá otro dueño el próximo verano, salvo que ahora resulte que nuestro aristócrata técnico tiene la tozudez entre sus defectos personales.
Casillas tampoco es ya el mismo Santo de antes, pero Del Bosque ya ha anunciado que ir contra él es ir contra el madridismo, y el salmantino será el último de los mortales en hacer eso (una cosa es ir contra Florentino y otra contra la institución que representa), por lo que, salvo que De Gea o Valdés digan lo contrario (Reina, de no fichar por el Barcelona y salirse allí, ya no volverá para animar posibles celebraciones), el de Móstoles sí parece que estará en Brasil 2014.
En el centro del campo el seleccionador ya no ve tan fijo a Xavi, al que los años empiezan a pesarle cada vez más, y baraja la opción de gente como Thiago, el todavía jugador del Barcelona, o Isco para acompañar a Xabi Alonso y a Busquets. Oliver, si lo bordara esta temporada con el Atlético, sería el mejor sustituto natural de Xavi Hernández, pero no parece que Don Vicente sea amigo de experimentar a esos niveles.
Tampoco la presencia de Mata o Silva está garantizada en el Mundial, teniendo en cuenta que no son santo de la devoción del seleccionador, que muchas veces les ha llamado casi obligado por el clamor popular o de la prensa. Si sus papeles empiezan a ser secundarios en la Premier a buen seguro que dirán adiós a la selección.
El que casi seguro que lo hará será Fernando Torres, por muy «bota de oro» de la Confederaciones que haya sido (hay que recordar que 4 de sus 5 goles fueron a Tahití). Mourinho, de no contar con él, puede acabar con su carrera en «La Roja», a la que sólo le llevó esta vez una buena racha en la ùltima Europa League. Soldado tampoco convence al marqués, y Villa está ya más para cerca de la retirada que otra cosa, por lo que, de dársele bien la campaña juventina, Fernando Llorente podría regresar para quedarse, si no lo hace Negredo, si finálmente repite las gestas de Falcao en el Atlético.
Claro que a Del Bosque tampoco el «9» es algo que le preocupe mucho, como demostró en el pasado contando con Cesc para el puesto o como lo ha vuelto a hacer en la Confederaciones, confiando para el mismo en Javi Martínez. De no dar un giro de 180 grados la situación, lo que parece claro es que, por unas o por otras causas del equipo que jugó la final ante Brasil al que podría repetir partido y rival en Brasil 2014 podría haber cinco caras nuevas en el equipo inicial. El repóker que busca el técnico para despedirse por la puerta grande.