Tras el pasado Gran Premio de Alemania de F-1, en el cual Vettel se adjudicó la victoria, más allá de hablar de polémicas sobre los neumáticos, más allá de hablar de la supuesta mala suerte de Mark Webber y su Red Bull, y para no hacer mella en la supuesta «racha de mala suerte de Vettel», (líder del campeonato con 157 puntos, sobre Alonso con 123), lo que voy a tratar es buscar un ápice, un resquicio, una muestra de los valores positivos de cada gran premio.
Me gustaría destacar que un equipo de F-1 se basa y trabaja sobre dos monoplazas con los que poder optar a los puntos, al podio, a la victoria y al campeonato, tanto de pilotos como de constructores. Es por ello que me gusta ver una carrera en la cual algún equipo trabaja como tal, y el mejor ejemplo para mí fue el Lotus Renault con sus pilotos Raikkonen y Grosjean trabajando limpio tanto para ellos como para el equipo conjuntamente, sin desacatar las ordenes lógicas por radio, sin taponarse el uno al otro en los adelantamientos, y mucho menos tirándose fuera de la pista, (como hemos podido ver varias veces este año entre compañeros).
Gracias a esa colaboración, y aprovechando que los demás pilotos de cabeza corrían en solitario sin el apoyo de sus respectivos compañeros de equipo, lograron realizar una bonita carrera y gracias a ello pusieron en serios apuros a un Sebastian Vettel que tuvo que esforzarse más de lo que está acostumbrado en los últimos compases de la carrera.
Carrera a carrera, Vettel se va escapando un año más hacia el titulo mundial, y puede que la única forma de frenar al binomio Vettel-Red Bull sea trabajando en equipo como lo han hecho los de Lotus Renault, que si bien no lograron arrebatarle la victoria final, fueron los únicos que sumaron como equipo y llegaron a tener opciones de victoria hasta el final.
Yo como piloto se que una de las peores situaciones que puedes tener en carrera es cuando vas marcando vueltas rápidas, estás en 3ª posición y el piloto que te precede sólo se dedica a frenarte y a taparte, forzando una situación en la cual tienes que asumir riesgos y puedes llegar a tocarte, perder posiciones, puntos o incluso esa carrera, mientras el líder se va escapando poco a poco.
Poniendo otro ejemplo de trabajo en equipo, puedo trasladarlo a un equipo de karting, por mucho que aquí no haya premios por equipo o constructores, tan solo para pilotos y en un carácter mucho mas individual. Por eso no es raro ver a dos pilotos, que comparten «carpa» con tan sólo 9 o 10 años, ponerse por parejas en una crono para usar el rebufo (llegando incluso a empujarse levemente en las rectas) para así bajar unas décimas cruciales para salir en los primeros puestos. Es tal la importancia de esa colaboración que los pilotos que no consiguen ser ayudados por otro les cuesta mucho llegar a esos tiempos.