Mezclar familia con negocios es algo que siempre da miedo en todas las clases sociales, pero cuando las cantidades que se mueven son astronómicas, los problemas pueden llegar a ser monumentales. Normalmente, los padres de los deportistas lo dan todo para que sus niños lleguen a lo más alto y creen que cuando están ahí, lo justo es que las estrellas lo compartan con ellos.
Tradicionalmente, los deportistas españoles de mayor éxito han dejado que sean familiares o amigos los encargados de negociar todos sus contratos, aunque muchos no consiguiesen sacar todo el jugo a su carrera desde el punto de vista del marketing. Por eso, existe una tendencia actual que lleva a la profesionalización de esta figura y a la desaparición del padre, del amigo, del primo o de la esposa en los despachos deportivos.
Nuria Bermúdez ganó medio millón gracias a un traspaso de Güiza
Sin embargo, algunos futbolistas siguen negándose a confiarle su carrera a un extraño. Los padres que gestionan la carrera de sus hijos son la mayoría de origen humilde, con trabajos en los que su sueldo no tiene nada que ver con el de sus descendientes, y no tienen problemas para dejar sus quehaceres para seguir al deportista a todas partes.
Aparentemente, no hay nada extraño en todo esto, pero en ocasiones existe el deseo de sacarle todo el dinero posible al hijo o familiar. De hecho, es más habitual de lo que parece ver a padres que se dedican a explotar a sus hijos con entrenamientos inhumanos porque piensan que el joven puede tener talento. Por otra parte, nunca queda clara si es la codicia de los progenitores o el egoísmo de las figuras del deporte lo que les lleva a relaciones tensas.
Las relaciones más tensas
Recientemente, Iker Casillas pensó en abandonar Madrid por problemas deportivos, pero también por diferencias con sus padres. El portero tuvo que ceder a sus padres cinco millones de euros y otros inmuebles, para evitar que José Luis y María del Carmen le denunciasen. El madridista ni siquiera invitaba a sus padres al Bernabéu porque decidió quitarles el control de la sociedad que compartían, Ikerca S.L,
Por otro lado, lo de Iker siempre fue un secreto a voces, pero se trató con un mínimo de discreción, algo que no ocurrió en otros casos. El más escándaloso fue el de Arantxa Sánchez Vicario, ya que la tenista decidió desahogarse contra sus padres en un libro que presentó a bombo y platillo. La tenista acusó a sus padres de quitarle todo, a la vez que criticaba la presión que su padre ejercía sobre ella. Mientras tanto, su hermano, el también ex tenista Emilio Sánchez Vicario, siempre ha apoyado la versión de sus padres.
Dinero y amor
Además, el caso más llamativo de todos es el de la esposa-representante. De hecho, en este punto es donde más se unen el mundo del deporte y el frikismo, cuando recordamos el caso de Nuria Bermúdez y Dani Güiza. La televisiva pareja terminó en los juzgados porque la agente FIFA pidió en diferentes causas la mitad del patrimonio del actual jugador de Cerro Porteño y una pensión que pudo ser de 18.000 euros. Nuria alegaba que su relación le había creado un desequilibrio económico, el juez le concedió en un primer momento la pensión, pero se la terminó denegando porque ella ingresó 500.000 euros por un traspaso de Güiza y 124.000 por contar lo ocurrido en televisión.
Aunque pueda parecer extraño, el caso de Nuria no es el único de esta calaña. Gaby Schuster ya revolucionó los despachos de los clubes importantes de los años 80. Núñez temblaba cuando la veía aparecer por el Camp Nou y sin su apoyo Bernd Schuster no habría salido de Barcelona porque el ahora entrenador reconoce que, pese a que se separó de Gaby, ella le ayudó a no cometer muchos errores, por lo que seguía sus consejos. Para terminar con el capítulo de cónyuges, Bianca Illgner también decidió en los despachos que su marido jugase en el Real Madrid y fue la única capaz de arrancarle una sonrisa a un portero que salió de España con fama de borde (no iba ni a las comidas con la directiva).
Sin embargo, lo más normal suele ser que pese a que los jugadores sepan o intuyan que sus familiares se lucran a su costa, lo dejen pasar o permitan negocios dudosos en su nombre. Es el caso de Lionel Messi que está acusado de defraudar cuatro millones de euros, aunque su padre le quita toda la responsabilidad porque él se encargaba de gestionar sus derechos de imagen.
Las famosas declaraciones
Otro caso muy parecido es el de Rafa Nadal, ya que Sebastian Nadal decidió domiciliar en Guipúzcoa la sociedad que gestionaba los derechos de imagen de su hijo, para pagar menos impuestos. Además, el manacorense reconoció pasar por una crisis de juego, cuando sus padres se separaron.
El hermano de Ronaldinho fue condenado a cinco años de cárcel
En esta misma línea, también se encuentra el hermano de Ronaldinho. El Tribunal Federal Penal de Porto Alegre condenó a cinco años de prisión en régimen semiabierto a Roberto de Assis Moreira, hermano y representante del futbolista brasileño Ronaldinho Gaúcho, por lavado de dinero y otros delitos fiscales. Sin embargo, Roberto centró su defensa en que todo eran donaciones.
Por último, otros familiares de los más criticados recientemente son Mustafa Özil y René Ramos. Al hermano del central se le relaciona con alguna famosa, pero en el ámbito profesional lo único que ha hecho ha sido defender los intereses de su hermano, aunque siempre se le acusa de buscarle equipos a espaldas del Real Madrid, algo muy habitual en los mentideros deportivos. También declaró que el Real Madrid debía valorar más a Sergio, como todo buen negociador.
Sin embargo, Mustafa Özil es un declarado enemigo de Florentino. El club blanco se encargó de sostener la teoría que apuntaba al padre como responsable de la salida de Mesut. El dinero que Mustafa pudo llevarse en el traspaso tendría su influencia, aunque el representante del futbolista alemán también acusó a otros agentes FIFA de representarle sin su permiso frente al Manchester United.