Lionel Messi es hoy en día un hombre plenamente ligado a la marca Barça. El futbolista se formó desde los trece años en La Masía, pero tras pasar unos años en Cataluña parece que el joven no estaba muy contento con su vida en Cataluña.
El argentino llegó a España para tratar su problema con la hormona de crecimiento, terminó de formarse como futbolista y cuando empezaba a jugar con el primer equipo decidió que lo mejor era ganarse la vida fuera. Con 17 años, Messi quería jugar en Italia.
Según asegura la leyenda de Barça e Inter, Luis Suárez, en declaraciones a Novastadio, la decisión del representante del jugador era firme: «El padre de Messi me dio un borrador de contrato para proponer a Moratti, pero era un periodo en el que no hablaba mucho con el presidente», sentenció.
Sin embargo, es difícil adivinar las causas que empujaron a Messi a tomar esa decisión. En Barcelona por aquel entonces no tenía un sueldo como el de ahora, pero le empezaban a dar bola en un equipo que era la envidia de Europa. Por aquel entonces, el Barça dominaba la Liga española con Rijkaard y al año siguiente se proclamó campeón de Europa.
El que después se convirtió en coleccionista de balones dorados pudo ver su futuro difícil con jugadores como Ronaldinho, Deco, Eto’o o Giuly por delante. Messi se impacientó y vio el camino más abierto en Milán, donde además podría convivir con varios compatriotas e ídolos suyos. Verón, Zanetti, Burdisso, Kily González, Cambiasso y Cruz le hubiesen facilitado la adaptación a un equipo que no podía luchar contra el potencial de Juve y Milan en el Calcio.