martes, noviembre 26, 2024
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Tres goles, muchas señales de decadencia

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El Barcelona se impuso al Celta en Balaídos (0-3) gracias a la mayor eficacia que mostraron los del Tata Martino. El partido fue un correcalles hasta que los goles demostraron que había un equipo grande en el campo. Por lo demás, no se vieron motivos para pensar que este campeón sea invulnerable.

Los resultados siguen acompañando al conjunto culé, pero cualquier parecido con el equipo de Guardiola es pura coincidencia. Esta vez, Martino dispuso un doble pivote (Song-Busquets) y solo venció porque encontró los goles en momentos psicológicos del encuentro. Xavi e Iniesta empiezan a pasar mucho tiempo juntos en el banquillo y el equipo cada vez se parece más al Cesc del Barça. Juega poco, pero tiene gol.

El partido de este martes sirvió para ver una vez más que, pese a los resultados, los líderes del campeonato doméstico español ya no son tan fieros como antaño. O los privilegiados de nuestra Liga tienen mucha suerte o lo más normal a estas alturas es que los grandes de Europa no tengan muchas dificultades para eliminar a estos equipos en una eliminatoria. Necesitan mejorar.

El Barça llegó a Vigo con el objetivo de que la resaca del clásico no le despistase en la lucha por el objetivo de alzarse con la Liga. Los de Luis Enrique eran un rival muy a tener en cuenta después del roto que le hicieron al Málaga en la jornada anterior por lo que el duelo servía para medir estados de euforia. Y los dos tienen motivos para seguir contentos. Los resultados sonríen a los catalanes y el Celta pinta muy bien.

En los primeros minutos, el partido no tenía ningún dueño claro y el Celta se atrevía a buscar a su rival en su propio campo. Sin embargo, un error de Cabral terminó costando muy caro a su equipo. Cesc recuperó el balón muy cerca del área y se plantó ante Yoel. Alexis aprovechó el rechace del guardameta. En menos de diez minutos, el guión que había diseñado el técnico del equipo gallego no servía para nada.

De todas formas, rápido se vio que el gol no terminó con el partido porque poco queda de aquel Barça que enamoró al mundo. El partido se convirtió en un ida y vuelta constante porque los jugones azulgranas eran incapaces de acaparar el balón, mientras que el Celta intentaba salir rápido cuando podía. Ni siquiera Messi es el que era porque ha perdido electricidad, aunque sigue haciendo lo que quiere con su zurda, pese a que continúa renqueante.

Los celtiñas no creaban ocasiones claras, pero sigue siendo alarmante la sensación de fragilidad defensiva que da el equipo de Martino. Charles y Rafinha demostraban que el Celta no estaba dispuesto a claudicar, mientras Álex López dejaba entrever que tiene fútbol es sus botas para dar y regalar.

Sobró casi toda la segunta mitad

El gol podía caer para cualquier lado, pero el marcador no se movió de nuevo antes del descanso porque Fernandez Borbalán no quiso. La designación del colegiado fue muy criticada en algunos círculos azulgranas, pero después de este partido no tendrán más motivos para sentirse perjudicados porque los dos equipos terminaron la primera parte enfadados con el arbitraje. Interpretó falta al portero, cuando Bartra fue el que cargó al atacante local, pero el Barça también reclamó dos acciones en el área en las que Messi fue el protagonista.

Con todo esto, la fortuna no estuvo de parte del Celta en la segunda parte. Nada más regresar del vestuario, Cesc disparó al larguero, pero el rebote golpeó en Yoel y el Barça encontró un excesivo premio para los méritos vistos sobre el campo. Poco después, el mismo Cesc aprovechó el un pase de Messi para hacer el tercero. Partido cerrado.

A partir de ahí, el Barça jugó cinco minutos bien y volvió a sestear. Nolito pudo hacer el gol de la honra para los vigueses en un golpeo de falta magistral, pero los palos también jugaban en contra del equipo de casa. Finalmente, Messi perdonó el cuarto porque se la jugó en solitario ante varios rivales cuando Pedro estaba solo. Tres encuentros de Liga sin marcar despertaron el egoísmo de la estrella.

CELTA DE VIGO: Yoel; Hugo Mallo, Cabral, Fontás, Aurtenetxe (Toni, min.56); Oubiña, Álex López, Rafinha, Augusto (Mina, min.59); Nolito (Orellana, min.69) y Charles

FC BARCELONA: Valdés; Alves, Puyol, Bartra, Adriano (Montoya, min.32); Busquets, Song, Cesc (Iniesta, min.69), Pedro, Alexis (Tello, min.82); y Messi.

Goles

0 – 1, min.9, Alexis Sánchez.

0 – 2, min.48, Cesc Fábregas.

0 – 3, min.57, Cesc Fábregas.

Árbitro: Fernández Borbalán (C.Andaluz). Amonestó a Rafinha (min.24), Augusto (min.33) y Cabral (min.38) en el Celta; y a Cesc Fábregas (min.30) en el Barcelona.

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