El tenista español Rafa Nadal superó no sin dificultades (7-6(1), 6(4)-7, 6-2) al francés Gilles Simon este miércoles para debutar con éxito en el Masters 1.000 de Roma. Un duelo de más de tres horas en el que el número uno del mundo se vio exigido al máximo por un inspirado rival y tras el cual se cita en octavos de final con el ruso Mikhail Youzhny.
El de Manacor tuvo que echar mano a las primeras de cambio de la reciente confianza adquirida con su victoria en el Mutua Madrid Open. El debut en Roma fue una batalla propia de la pelea por el título. A Nadal, que busca su octavo entorchado en el quinto Masters 1.000 de la temporada, le faltó contundencia en momentos clave y, en frente, tuvo un Simon motivado por su rival y con ganas de mejorar discretas actuaciones, la última de ellas en La Caja Mágica.
Sin tiempo para saborear el éxito y sobre todo para adaptarse a las nuevas condiciones que ofrece la cita romana, Nadal sacó adelante un maratoniano encuentro. El español se llevó un igualado primer set, pero en el segundo desaprovechó un 3-0 de inicio, igual que hizo en el tercero con un 2-0. Y es que el reciente ganador en Madrid, por cuarta vez, vivió un partido con muchos altibajos, fruto también de las contundentes respuestas de un Simon que recordaba sus mejores partidos, donde demostraba ser un muro inexpugnable con un revés hiriente. Nadal será consciente de los errores con el partido de cara, pero también de su capacidad de salir de un momento complicado.
El galo, con un 5-1 en contra en duelos directos con el español, saltó con ganas de dar la campanada y haciendo gala de un gran tenis desde el principio. Así, mandó el primer set al 'tie-break' evitando por dos veces que Nadal cerrase el parcial a favor con su saque. El mallorquín terminó haciéndolo en la muerte súbita, pero la batalla no había hecho más que empezar.
Y así lo terminó por hacer saber el tenista francés, cuando le dio la vuelta al 3-0 con el que arrancó mandando Nadal en el segundo set. Con Simon golpeando con fiereza y el manacorí buscando puntos de confianza, el parcial llegó de nuevo a la muerte súbita, con el francés salvando primero una bola de partido. Ahí, el número uno del mundo no entró bien y Simon puso la directa para empatar el partido.
Una vez más, el tenista español comenzó rompiendo el saque a su rival, pero una vez más no fue garantías ya que Nadal no logró guardar su servicio en el cuarto juego. Simon igualó el partido pero no pudo hacer frente al enésimo y definitivo ataque del número uno del mundo. Nadal, empleándose a fondo, sumó dos 'breaks' consecutivos para llevarse el agónico partido de debut y seguir en su progresión.