El líder del Tinkoff-Saxo, Alberto Contador, confesó que es «duro» admitir su abandono en el Tour por la caída que le produjo la fractura en la tibia derecha, dijo que debe «mirar adelante» para afrontar con optimismo el futuro y admitió que ve difícil su participación en la Vuelta a España.
«Tengo heridas internas y me hice dos agujeros bastante profundas que me están penalizando hacer cualquier movimiento con la pierna. Espero que vaya evolucionando y dar algo de movimiento a la pierna. Tienes que mirar para delante, es duro», manifestó en declaraciones a Televisión Española (TVE).
Contador confesó que la primera etapa que ha visto desde la caída fue la de este viernes, la primera en los Alpes con final en Chamrousse. «Me resulta bastante difícil. Es un Tour que había preparado a conciencia, al que llegaba en unas condiciones increíbles y estaba muy contento por cómo estaba la situación. Pero el ciclismo es así: llegaba mi terreno y no he podido aprovechar la oportunidad», lamentó.
No obstante, el madrileño dijo que tenía incluso que dar las gracias porque las secuelas de la caída no hayan sido más graves. «Es una pena, era un Tour en el que iba a disfrutar bastante y muy atractivo a la hora de los ataques con Nibali. Todo sigue y hay que mirar para delante», recalcó.
Contador quiso explicar cómo se produjo la caída, después de las muchas vesiones que había escuchado. «El puerto lo coroné en la posición 40, la bajada era un poco difícil y la carretera estaba mojada. Vi a mucha gente que empezaba a cortar el grupo, a corredores inseguros, y adelanté posiciones», indicó.
Una barrita fatídica
«Llegué a la posición 20 y ya me paré. Miré para delante, ves que está limpia la carretera, separé la mano del manillar para coger una barrita y había una ondulación que no era visible, no pude controlar la bici y no evite la caída», comentó.
El abandono de Contador ha provocado la reorganización del Tinkoff-Saxo. «Han tenido que cambiar el chip y creo que lo están haciendo muy bien. Ayer hizo segundo Majka y creo que hay una buena oportunidad, aunque teniendo en cuenta que hay corredores de máxima calidad», manifestó el bicampeón del Tour.
Sobre sus opciones de haber logrado el amarillo en los Campos Elíseos, dijo que no habría sido «fácil» visto el nivel exhibido por Vincenzo Nibali. «Es un corredor de una calidad grandísima como lo ha demostrado en otras grandes Vueltas. Está demostrando que es fortísimo, pero independientemente de eso habría intentado ponerlo a prueba», señaló.
Respecto a la Vuelta a España, indicó que quiere «dar opciones», pero que «no es nada fácil». «Voy a preparar la bici en el rodillo y cuando ves que te quitas del sofá, bombeas sangre y tienes dolor … La inflamación de las heridas ha disminuido, pero el dolor es grandísimo y los puntos los tengo que tener tres semanas porque se puede infectar la herida», esgrimió.
En este sentido, añadió que estaría tres semanas sin montar en la bici. «Es realmente complicado. No es cuestión de venir a la Vuelta, es venir en condiciones. Me encanta competir y quiero estar ahí. Hay que ver si puedo llegar con un nivel medio, pero no es fácil. Veré otras posibilidades, tampoco lo veo un problema muy grande para empezar el año que viene. Quiero hacer la misma planficación que este año», desveló.
Contador lamentó que el año «estaba saliendo mejor imposible». «Ha sido el mejor inicio de temporada de mi carrera y ahora tienes que estar sentado en un sofá y a ver si evoluciona bien la pierna. Tengo ilusión por la Vuelta y a ver si llego», reiteró.