Según como se mire, se puede decir que Maarten de Jonge tiene muchísima suerte o es un hombre al que la muerte le persigue. Este ciclista profesional holandés tenía programados sus viajes en los dos aviones que más páginas han llenado en los últimos años, pero el destino hizo que no tomará ninguno de los dos.
Este holandés forma parte del equipo malayo Terengganu Cycling Team y realiza con mucha frecuencia la ruta que separa su país del lugar donde entrena. Esta vez tenía pensado viajar en el MH17, pero encontró una oferta de última hora que le permitió salvar la vida. «En el último momento, he elegido un vuelo que sale el domingo, ya que era 300 euros más barato. Sólo quedaba un solo lugar, así que fui y lo reservé. Ahorrar me salvó la vida”, cuenta el propio ciclista.
Sin embargo, esta situación no esta nueva para Marteen, ya que también tenía pensado coger el avión de Malaysia Ailines que despareció durante el trayecto Kuala Lumpur-Pekín. En aquella ocasión, ya tenía el vuelo reservado, pero lo cambió a última hora porque encontró otro sin escalas. “Es realmente extraño que por segunda vez no haya cogido un vuelo rumbo al desastre”, sostiene el holandés de 29 años en su cuenta de Twitter.
No obstante, Maarten de Jonge no fue el único que esquivó a la muerte en el suceso de este jueves. Barry e Izzy Sim y su bebé también iban a subir al vuelo que fue abatido en la zona de conflicto entre las fuerzas de Kiev y los separatistas prorrusos. En este caso, los tres se quedaron fuera porque no había más asientos disponibles y viajaron en el vuelo posterior de la aerolínea KLM.